La escuela de La Volpe: el estilo táctico que cambió el fútbol para siempre
Ricardo La Volpe creó un estilo táctico que cambió el fútbol mexicano y dejó huella en entrenadores locales.
Las revoluciones tácticas del fútbol contemporáneo casi siempre tienen código postal europeo. Sin embargo, hay una historia que se escribió en México que conquistó el Atlántico y enamoró a las mentes más brillantes del deporte. Ricardo La Volpe, un argentino que hizo de México su hogar futbolístico, creó un estilo tan propio que revolucionó el fútbol actual, influyendo en el pensamiento de Pep Guardiola.
Comprender el lavolpismo es conocer una manera de arriesgar desde el primer toque. Para el entendido que disecciona el juego, que lo analiza desde el rendimiento individual hasta las opciones que una casa de apuestas promociones ofrece, la idea de La Volpe es una valentía táctica que altera las probabilidades en el campo.
Su legado no viene por los títulos, ya que de hecho apenas tiene uno de liga con Atlante, sino más bien lo es la escuela que dejó en toda una generación de entrenadores y la marca que le imprimió a la Selección Mexicana en el mundo.
La salida lavolpiana y el arte de arriesgar
La mayor innovación de esta escuela es la llamada salida lavolpiana. Antes de su popularización, la mayoría de los equipos, sobre todo en América, recurrían al saque largo del portero para no comprometer la zona defensiva. La Volpe retó esa mentalidad conservadora y propuso salir jugando desde el área chica.
El mecanismo era exacto, coreografiado; los dos centrales se abrían casi hasta las bandas y uno de los mediocentros de contención se metía entre ellos. Esto creaba una línea de tres escalonada que siempre tenía superioridad numérica ante los dos delanteros rivales que solían presionar.
Esta acción posibilitaba progresar con el balón controlado y obligaba al rival a estirarse, dejando espacios a sus espaldas, para la entrada de los volantes ofensivos.
Lo que hoy presenciamos hacer al Manchester City o al Barcelona cada fin de semana se gestó en las canchas de entrenamiento de la liga mexicana de los años noventa.
Alemania 2006 y la admiración de Guardiola
Su momento álgido fue la Copa del Mundo de Alemania 2006, donde el Tri de La Volpe hizo una coreografía que enamoró a los futboleros. A pesar de la dolorosa eliminación en octavos de final ante Argentina con aquel golazo de Maxi Rodríguez, el funcionamiento del Tri fue perfecto. Jugaban de memoria, largas posesiones, salida limpia ante potencias mundiales.
Fue en ese tiempo que Pep Guardiola, quien había jugado en Dorados de Sinaloa para empaparse de la escuela mexicana y de Juan Manuel Lillo, escribió columnas elogiando el juego de México.
Guardiola quedó impresionado con la valentía de los defensas mexicanos para tomar el balón y salir jugando. Años después, el entrenador catalán admitiría que muchas de las ideas de salida de balón que aplicó en el mejor Barça de la historia las aprendió viendo jugar al de La Volpe en México.
Un árbol genealógico que florece en la Liga MX
Pero el efecto del "Bigotón" no se quedó en las altas esferas europeas. En el fútbol local dejó un árbol genealógico de técnicos que han mandado en las últimas décadas.
Técnicos como Miguel Herrera, que exportó su estilo al América y la selección nacional, o José Guadalupe Cruz son herederos de esta escuela.
Cada cual le ha puesto su sello, apostando más por el vértigo que por la pausa, pero la línea de cinco atrás con carrileros y la obsesión por el buen trato de balón siguen estando presentes.
El lavolpismo se volvió un sello del fútbol mexicano, probando que la innovación táctica no necesita pasaporte y que una idea original, llevada a la práctica con convicción, puede transformar la manera en que el mundo juega al fútbol.


