Chávez Jr. niega vínculos con narco y narra su detención en Estados Unidos
Julio César Chávez Jr. afirmó que su arresto fue un “shock” y agradeció el apoyo de sus padres durante su proceso legal.
El boxeador Julio César Chávez Jr. habló por primera vez sobre su detención migratoria y el proceso judicial que enfrenta por presuntos vínculos con el narcotráfico, en una entrevista concedida al cronista Carlos Aguilar para TUDN.
En la conversación, el hijo del Gran Campeón Mexicano negó rotundamente las acusaciones que le atribuyen las autoridades de Estados Unidos, que lo señalan de colaborar con una facción del Cártel de Sinaloa.
"Claro que lo soy (inocente), no soy traficante. En Culiacán todo mundo lo sabe. Golpear gente para un cártel y esas cosas, no, no, gracias a Dios no he tenido la necesidad", afirmó el púgil de 39 años.
Chávez Jr. relató los detalles de su arresto en California y el largo traslado que lo llevó a permanecer más de 40 días detenido en Texas, antes de ser deportado a México.
"Cuando me detuvieron en California me llevaron a una cárcel provisional para llenar el papeleo. Yo pensé: ‘me van a deportar, mándenme con mi papá’. Pero no. Ahí comenzó la travesía. Me movieron por cinco carros diferentes durante más de 30 horas hasta Texas, donde estuve cinco días, y luego me trasladaron esposado a Arizona, donde pasé 44 días detenido", narró.
El exboxeador aseguró que su arresto fue un “shock” y que jamás imaginó ser señalado por delitos de narcotráfico, ya que —dijo— siempre actuó conforme a la ley.
"Tenía visa y todo en regla. Salí a pasear en el patín y, en la segunda vuelta, llegaron cinco patrullas. Me la cancelaron ese mismo día. Jamás pensé que algo así me iba a pasar", contó.
Ya en territorio mexicano, Chávez Jr. fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) de Hermosillo, Sonora, antes de obtener su libertad provisional. El juez le permitió continuar su proceso fuera de prisión, con restricciones de viaje y obligación de mantenerse localizable ante las autoridades.
Durante la entrevista, el hijo del legendario Julio César Chávez agradeció el respaldo de sus padres y reconoció haber cometido errores, pero insistió en que nunca ha sido una mala persona.
"Yo quiero mucho a mi papá y a mi mamá. Les agradezco que me hayan apoyado y que me disculpen. Siempre he sido buen hijo, buen amigo y buen padre. Tengo muchos errores, pero no soy una persona mala", expresó.
El boxeador añadió que continuará su defensa para demostrar su inocencia y que espera poder retomar su carrera deportiva cuando las condiciones legales se lo permitan.