Tres D contra el fentanilo

"Tres D contra el fentanilo", escribe Marco A. Paz Pellat en #ElPoderdelasIdeas

El presidente Donald Trump ha declarado recientemente que considera insuficientes los esfuerzos de México para frenar el tráfico ilegal de migrantes y fentanilo hacia Estados Unidos. Aunque la amenaza de un arancel de 25% a las exportaciones mexicanas se ha pospuesto hasta el 4 de marzo, el riesgo persiste.

La evaluación del progreso se basará en evidencia. En materia migratoria, se desplegaron 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte. En cuanto al contrabando de fentanilo, hay tres indicadores clave para medir los avances: detenciones, decomisos y destrucción de laboratorios. Sin embargo, los resultados hasta ahora son ambiguos.

Entre 2019 y 2023, los decomisos de fentanilo aumentaron de 136.1 a mil 848 kilogramos, pero en 2024 cayeron a cerca de una tonelada y seis millones de tabletas. Las detenciones incluyen a colaboradores de los cárteles de los Mayitos y los Chapitos, así como a integrantes de la red de Ismael "Mayo" Zambada. No obstante, la destrucción de laboratorios sufrió una drástica reducción, pasando de mil 740 en 2023 a sólo 139 en 2024.

A siete días del inicio de la "Operación Frontera", se reportaron 222 detenidos, 82 armas aseguradas -28 provenientes de Estados Unidos-, 90 mil 775 pesos, 109 vehículos, 16 inmuebles y más de 12 mil 500 cartuchos. También se decomisaron 26 kilos de mariguana, 440 de cocaína, 538 de metanfetamina, 0.0125 de heroína y nueve de fentanilo. Aunque estos resultados son meritorios, no parecen suficientes.

La crisis del fentanilo es un problema de salud pública que afecta a miles de familias en Estados Unidos. Su alta toxicidad y fácil acceso han incrementado las muertes por sobredosis en los últimos años. México, como país clave en la cadena de producción y distribución, enfrenta una presión creciente para intensificar sus esfuerzos de contención. No se trata sólo de evitar sanciones económicas, sino de demostrar un compromiso real en la lucha contra el narcotráfico y sus consecuencias sociales.

En el ámbito internacional, la relación entre México y Estados Unidos es crucial para definir estrategias conjuntas. La cooperación entre agencias de seguridad y el intercambio de inteligencia pueden desempeñar un papel determinante. Sin embargo, las tensiones políticas y las acusaciones sobre posibles vínculos entre el Gobierno mexicano y el crimen organizado complican la situación. Estas acusaciones requieren no sólo respuestas claras, sino evidencia tangible de que el combate al narcotráfico es una prioridad.

El Gobierno mexicano debe demostrar con hechos que combate activamente al crimen organizado. Con sólo unos días antes del vencimiento del plazo arancelario, México necesita mostrar avances concretos. A pesar de los logros en detenciones y decomisos, la reducción en cifras clave genera dudas. La presión aumenta ante las sospechas de vínculos entre el gobierno y los cárteles, lo que exige acciones contundentes para reafirmar su compromiso. En este contexto, algunos analistas especulan sobre la posibilidad de la detención de un alto funcionario o político vinculado al narcotráfico.

Si México quiere evitar sanciones económicas, necesita actuar con decisión y transparencia. En las próximas semanas, los resultados definirán su credibilidad en la lucha contra las drogas y su relación comercial con Estados Unidos. La respuesta del gobierno no sólo determinará su estabilidad económica, sino también su imagen a nivel internacional como un socio confiable en la lucha contra el crimen organizado.