Lo que nadie: va por 200 mil muertos
"Lo que nadie: va por 200 mil muertos", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado
Ha hecho del odio y la venganza, su brújula.
Florestán.
De lo que entre otras cosas no puede presumir el presidente López Obrador, aunque lo haga vana y constantemente, es de su fallida política de seguridad cuando en lo que va de su gobierno suma 186 mil 106 homicidios dolosos, realidad que se niega a ver y es capaz de decir que no ha aumentado la violencia pero sí los asesinatos, lo que es demencial y que confía que su sucesora haga suyo su programa de seguridad que ha llevado a su gestión a ser la más sangrienta de la historia civil de México.
Porque ahí está la realidad que él insiste en remontar al sexenio de Felipe Calderón (2006-12), Genaro García Luna y su declaración de guerra al crimen organizado, como la razón de ser de los casi doscientos mil homicidios dolosos con los que terminará su gobierno, el 30 de septiembre, como si la ineficacia de su gestión en este grave tema no fuera la causa que él, como todo lo que no quiere, remonta al pasado como si no existiera el presente.
Su gobierno supera el doble de homicidios dolosos del de Carlos Salinas, 76 mil 767 y de Ernesto Zedillo, 80 mil 671 y triplicado los del sexenio de Vicente Fox, 60 mil 780. Lleva una tercera parte más de los 120 mil 463 de su odiado Felipe Calderón y supera por 30 mil a los 156 mil 66 de Enrique Peña Nieto.
Así, ¿qué festejar y qué condenar si su gestión, reitero, ha sido la más sangrienta de este México moderno?
Pero él, ya sabe, siempre dice tener otros datos, que buscan, en vano, negar la realidad y es capaz de recomendar a su sucesora, que él da como hecho a Claudia Sheinbaum, que siga su política de seguridad, a lo que ella en campaña tendrá que decir que sí, pero, de ganar, será otro mundo no visto por López Obrador a partir del 1 de octubre, cuando se tercie la banda al pecho y él se tenga que ir y si no, lo mandará a La Chingada, su finca del remozado Palenque.
RETALES
1.- DENUNCIA. El general Eduardo León Trawitz, ex subdirector de salvaguarda estratégica de Pemex en el gobierno pasado y acusado por López Obrador de ser el principal operador del robo de combustible, desde Vancouver, denunció que al inicio de este sexenio el gobierno usó el tema del huachicol para ocultar la escasez de gasolina. Ese robo sigue hoy en niveles de 2018:
2.- UNAM. De nuevo López Obrador se lanzó contra la UNAM, “por proteger a pseudointelectuales del antiguo régimen que son los que mandan ahora en la Rectoría” y que su alma mater le da pena. No será al revés, que a su alma mater la pena se la dé él; y
3.- GARANTÍAS. Si fue grave que el presidente López Obrador ordenara investigar la vida de María Amparo Casar, la acusara de fraude, hiciera pública documentación suya y de sus hijos, peor aún es que justifique lo injustificable y amenace a sus críticos con llevarlos a ese cadalso.
Nos vemos mañana, pero en privado.