Otro expediente salpica de narcopolítica a AMLO
"Otro expediente salpica de narcopolítica a AMLO", escribe Carlos Loret de Mola en #HistoriasdeReportero
Cuando Genaro García Luna, secretario de Seguridad en tiempos de Felipe Calderón, fue condenado en Estados Unidos por vínculos con el narco, quienes lo defendieron esgrimieron un argumento central: no hay pruebas, está siendo sentenciado con base en los dichos de unos narcos. La 4T esgrimió que con esos dichos bastaba.
Ayer, la casa de bolsa Vector, propiedad del jefe de la Oficina de la Presidencia en tiempos de Andrés Manuel López Obrador, Alfonso Romo, fue acusada por el gobierno de Estados Unidos de lavado de dinero para el narco. La oficina de la Red de Control de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos asegura haber documentado transacciones por 40 millones de dólares entre García Luna y Vector de Alfonso Romo.
¿Qué dice la 4T? Que no hay pruebas, que son sólo los dichos del Departamento del Tesoro.
Versiones sobre el involucramiento de García Luna con el narco los hubo desde que estaba en el gabinete de Calderón. Tardaron 15 años en llegar a la corte de Brooklyn. Versiones sobre el involucramiento del gobierno de AMLO con los narcos los ha habido desde que estaba en el poder. No sé si estamos viendo los primeros pasos que lleven al mismo destino.
Desde luego, lo de Alfonso Romo/Vector no tiene en este momento ni cercanamente las proporciones que ha alcanzado lo de García Luna (detención, escandaloso juicio, brutal sentencia y duro encarcelamiento), pero tiene el potencial de convertirse en un asunto tremendamente explosivo para la 4T, sobre todo si se mira en conjunto con los muchos otros incendios que está enfrentando y que apuntan en la misma dirección: la narcopolítica en tiempos de AMLO.
Esto no sería un problema para el actual gobierno mexicano si la presidenta no estuviera resuelta a encubrir a su antecesor.
Esto no sería un problema para el actual gobierno mexicano si la declaración del Departamento del Tesoro no viniera acompañada de algo mucho más profundo, que refleja el mal ambiente que tiene el gobierno de Sheinbaum en Washington: la fiscal de Trump, Pam Bondi, ubicó a México en la lista de "enemigos" de Estados Unidos, al lado de Irán, Rusia y China.
El antecedente inmediato anterior fue el 10 de junio, cuando la secretaria de Seguridad de Trump, Kristi Noem, acusó a la presidenta Sheinbaum de alentar las protestas violentas de migrantes en Los Ángeles.
¿Qué pasó entre una y otra declaración? La guerra Israel-Irán.
Claudia Sheinbaum ha de estar lamentando que se terminó esa guerra.
SACIAMORBOS
Al defender a Vector y a otras dos instituciones financieras (CIBanco e Intercam) acusadas de lo mismo por el Departamento del Tesoro, la Secretaría de Hacienda de la presidenta Sheinbaum argumentó que el gobierno americano notificó a la Unidad de Inteligencia Financiera de México sobre las presuntas ilegalidades detectadas. Y que cuando pidieron pruebas, no se las dieron.
¿Se las iban a dar al gobierno mexicano, cuando reiteradamente desde el gabinete de Trump se ha expresado la sospecha de que el gobierno mexicano está coludido con los narcos? ¿Se las iban a dar a la UIF, cuando el que está al frente fue puesto por López Obrador (el creador del "abrazos no balazos" a los narcos), que no hizo nunca nada por combatir el lavado de los cárteles y pasó de ser un líder estudiantil del 68 a un burócrata de medio pelo dedicado a explotar los instrumentos del Estado para perseguir opositores y críticos del régimen?
Carlos Loret de Mola
historiasreportero@gmail.com