Trump manda experto en seguridad a México
"Trump manda experto en seguridad a México", escribe Salvador Garcia Soto en #SerpientesyEscaleras
Con el antecedente de haber trabajado en El Salvador y colaborado en las agresivas políticas del presidente Nayib Bukele que sometieron a las pandillas criminales, encarcelaron a todos sus líderes e integrantes y le devolvieron la paz a ese país centroamericano, el experto en seguridad e inteligencia contra el crimen, Ronald Johnson, fue anunciado ayer como el nuevo embajador de Estados Unidos en México.
El presidente electo Donald Trump, quien ha cuestionado duramente las políticas del Gobierno mexicano en contra de los cárteles de la droga y ha afirmado que los grupos criminales "controlan a México" mientras "su gobierno está petrificado", hizo ayer el anuncio de que Johnson, quien trabajó para la CIA y se desempeñó como embajador en El Salvador de 2017 a 2021, periodo en el que colaboró con la estrategia de seguridad que logró controlar al narcotráfico y a las violentas pandillas salvadoreñas que tenían asolada a la población, será su representante en México.
La designación de quien será el sustituto del embajador demócrata Ken Salazar representa todo un mensaje que manda el próximo presidente de Estados Unidos sobre lo que espera de México en materia de cooperación contra el narcotráfico y el combate al fentanilo, dos de los temas que han llevado a Trump a advertir que si el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum no hace nada, nuestro país se convertirá en un "narcoestado", pues según él, hoy son los cárteles de la droga mexicanos los que controlan el territorio mexicano.
"Ron trabajará en estrecha colaboración con nuestro gran candidato a Secretario de Estado, Marco Rubio, para promover la seguridad y la prosperidad de nuestra nación a través de políticas exteriores sólidas que prioricen el tema de Estados Unidos. Durante mi primer mandato, Ron se desempeñó como embajador en El Salvador, donde trabajó incansablemente con las autoridades salvadoreñas y nuestro equipo para reducir los delitos violentos y la migración ilegal a los niveles más bajos de la historia", dijo ayer el mandatario electo estadounidense en sus redes sociales.
Y para que no queden dudas de que la relación con México tendrá el tema de la seguridad y el sometimiento de los narcotraficantes como una de sus prioridades, el magnate que encabezará su segunda presidencia en la Unión Americana, recordó que Johnson trabajó por más de 20 años en la CIA, además de tener una carrera militar en el Ejército de los EU como boina verde y haberse graduado de la Universidad Nacional de Inteligencia con una maestría en Inteligencia Estratégica.
Es decir que un militar, agente de la CIA y experto en el control de grupos criminales, será el "halcón" que vendrá a despachar desde el Paseo de la Reforma y que tendrá como sus prioridades la presión y el seguimiento al Gobierno mexicano para incrementar la cooperación, el intercambio de información y la colaboración de Estados Unidos en la estrategia contra los capos de la droga y el desmantelamiento de las redes de producción y tráfico de fentanilo que operan los dos principales cárteles en México, el de Sinaloa, actualmente en una guerra intestina entre "Los Chapitos" y "Los Mayitos" por el control de la organización y el de Jalisco Nueva Generación, cuyo líder, Nemesio Oseguera "Mencho", acaba de ser confirmado como "el criminal más buscado" por la justicia estadounidense con 15 millones de dólares de recompensa.
Si a eso se añade la reciente aprobación que hizo el Senado mexicano para autorizar el ingreso al territorio mexicano de un grupo de militares del Ejército de los Estados Unidos, que vendrá a dar "adiestramiento y capacitación" a los grupos de Operaciones Especiales del Ejército mexicano, con cursos y prácticas que impartirán los militares estadounidenses en el Estado de México y en Chihuahua, entre enero y marzo de 2025, está más que claro que al gobierno de la doctora Sheinbaum no le quedará otra más que aumentar la colaboración y el intercambio militar con el vecino país, para tratar de frenar las amenazas injerencistas y militaristas de Trump.
A todo esto se refería el aún embajador Ken Salazar cuando advirtió que venían tiempos más complicados en la relación bilateral y acusó que el gobierno del expresidente López Obrador fracasó en su estrategia de "abrazos, no balazos" y se negó a recibir ayuda económica y de colaboración de los Estados Unidos por razones ideológicas. Salazar estaba advirtiendo que con Trump y sus "halcones" no bastarán los discursos demagógicos sobre "soberanía e independencia", ante amenazas como la de declarar "terroristas" a los cárteles del narcotráfico mexicanos.
Y es que el mismo Trump, al anunciar la designación de Ronald Johnson como próximo embajador en México, dijo que este trabajará muy de cerca con su secretario de Estado, Marco Rubio, otro "halcón" que ha cuestionado fuertemente la actuación del Gobierno de México ante los narcotraficantes y que llegó a acusar al expresidente mexicano de haberles cedido territorios enteros del país a los capos de la droga.
Dice el refrán que al buen entendedor, pocas palabras, y hasta ahora todos los mensajes que está mandando Donald Trump sobre la que será su relación con México y con su presidenta Claudia Sheinbaum, apuntan a un replanteamiento total de lo que hasta ahora conocemos como "intercambio, colaboración y cooperación". El 21 de enero la diplomacia tradicional que han mantenido México y Estados Unidos en su compleja y difícil relación dará paso a nuevas formas, nuevas acciones y una política mucho más agresiva, injerencista y en la que habrá fuertes sorpresas, como la posible investigación y acusaciones contra las más altas figuras del sexenio pasado, incluida la figura del expresidente.
De todo eso ya no quedan muchas dudas y quizás la única incógnita es cómo va a responder y a actuar la doctora ante ya no las amenazas, sino las acciones de Trump para exigirle resultados y cabezas de capos y políticos en la lucha contra el narco… Los dados mandaron Serpiente. Caída libre.