Rebelión latina en LA; Trump manda al Ejército

"Rebelión latina en LA; Trump manda al Ejército", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras

La ciudad de Los Ángeles, donde habitan más de 1.2 millones de mexicanos, cumple tres días de protestas, disturbios y enfrentamientos entre la comunidad hispana y mexicana y las fuerzas federales del gobierno de Estados Unidos, como resultado de un "levantamiento latino" en contra de las redadas indiscriminadas que realizó la policía migratoria del ICE para detener y deportar a migrantes indocumentados en la ciudad angelina.

Las banderas mexicanas han ondeado en las calles de LA abanderando la protesta contra las acciones migratorias del presidente Donald Trump, que ha ordenado a sus policías de Migración entrar a todas las ciudades "santuario" y detener de manera arbitraria y sin distingo a todos aquellos migrantes que viven en esas ciudades. La violencia estalló en la ciudad californiana en forma de migrantes encapuchados que atacaron y enfrentaron a las autoridades migratorias y exigieron detener el trato agresivo y discriminatorio contra los latinos en Los Ángeles.

Como respuesta a la primera sublevación de latinos por sus redadas migratorias, Trump anunció el envío de más de 2 mil soldados de la Guardia Nacional a la ciudad de Los Ángeles para controlar los disturbios y acusó al gobernador Gavin Newson (a quien llamó despectivamente Newscum) y a la alcaldesa angelina, Karen Bass, de "no hacer su trabajo" al referirse a la decisión de los dos gobernantes demócratas de California de no participar con sus policías y fuerza pública en las redadas antiinmigrantes del gobierno federal.

Y en medio de la tensión social y política que se vive en la segunda ciudad de los Estados Unidos, ayer la presidenta Claudia Sheinbaum se metió al tema al defender a los migrantes mexicanos y condenar la aplicación de redadas violentas en su contra. "No estamos de acuerdo con esta forma de atender el fenómeno migratorio, no es con redadas ni con violencia como se va a atender el fenómeno migratorio, es sentándose, trabajando en una reforma integral migratoria que tome en cuenta a todos los mexicanos que están del otro lado de la frontera, esa es nuestra posición, y siempre un llamado a la paz, a la no violencia, a no exacerbar ninguna forma violenta de manifestación", dijo la presidenta mexicana desde Puebla.

Se refirió a los 35 migrantes de origen mexicano que fueron detenidos y deportados en las redadas del ICE en la ciudad californiana: "No son criminales, son hombres y mujeres de bien, honestos, tienen toda la solidaridad de su Gobierno, desde hace dos días di instrucciones al secretario de Relaciones Exteriores, a la red consular, para que estuvieran en contacto", informó.

Mientras la mandataria mexicana condenaba las redadas y la violencia, ayer se produjeron nuevos enfrentamientos entre los grupos de migrantes sublevados y los militares de la Guardia Nacional estadounidense, que fueron enfrentados con piedras, palos y trozos de cemento para bloquear el paso de los vehículos del ICE en Paramount, comunidad latina de LA. También en el Centro de Detención de la ciudad angelina se produjeron enfrentamientos y los militares repelieron los embates de los grupos latinos con gas lacrimógeno, explosivos de aturdimiento y bolas de pimienta.

La llegada de las fuerzas militares para contener las protestas latinas fue convocada por el presidente Trump sin consultar al gobernador Gavin Newson, que calificó el hecho como una "completa sobrerreacción" del presidente "para crear un espectáculo de fuerza". Desde 1965, hace 60 años, un presidente de Estados Unidos no activaba a la Guardia Nacional en un estado sin el permiso de un gobernador; el último en hacerlo fue Lyndon B. Johnson, quien mandó a los militares a la ciudad de Alabama para proteger una marcha de la comunidad afroamericana por los derechos civiles.

Al mismo tiempo que la presidenta de México defendía a los migrantes mexicanos y condenaba la violencia, tanto del gobierno estadounidense como de los manifestantes, el discurso de Trump acusó ayer a la "izquierda radical" de estar detrás de las protestas y disturbios organizados en Los Ángeles, sugiriendo intervención política detrás de la salida de grupos defensores de migrantes que, con el rostro cubierto y llamando a la "resistencia" han enfrentado a las fuerzas federales.

"Estas protestas de la izquierda radical, por instigadores y a menudo alborotadores pagados, no serán toleradas. Además, a partir de ahora, no se permitirá el uso de máscaras en las protestas. ¿Qué tiene que ocultar esta gente y por qué? Una vez más, ¡gracias a la Guardia Nacional por un trabajo bien hecho!", publicó el presidente Trump en sus redes sociales.

Habrá que ver a qué se refiere el presidente Trump cuando habla de la "izquierda radical" como instigadora de las protestas migrantes en Los Ángeles y si alude a partidos o movimientos de su propio país, en tanto que informes del ICE aseguran que detrás de las movilizaciones de migrantes aparecen "mafias cubanas, venezolanas y mexicanas" que operan en territorio estadunidense.

Por lo pronto, lo que está claro es que mientras la doctora condena la violencia fuera del país, aquí mismo tuvo por 24 días a los maestros de la CNTE a los que su gobierno les permitió todo tipo de violencia contra los capitalinos y contra instalaciones públicas y privadas. Y aunque ya empezaron a retirar su plantón, los maestros amenazan con seguir "a donde vaya" la presidenta. ¿Con qué autoridad cuestiona la presidenta de México la violencia en otro país cuando a los mexicanos los asfixia esa misma violencia de manera cotidiana?... Arrancamos con Escalera Doble. La semana promete.