Mataron al INAI, pero mantienen estructura y sueldos

"Mataron al INAI, pero mantienen estructura y sueldos", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras

La fobia a la transparencia y el querer ocultar la información del gobierno y evitar que la prensa y los ciudadanos revelaran escándalos de desvíos y corrupción, llevaron a Morena y a la 4T a desaparecer al INAI con argumentos falaces y manipulados como "los altos sueldos de los comisionados", "lo mucho que le cuestan al erario" y hasta algunos casos de gastos onerosos de los que integraban al desaparecido instituto. Todo eso lo repitió hasta el cansancio primero López Obrador y luego, como una calca del discurso, lo decía también la presidenta Sheinbaum a quien le correspondió enterrar al instituto que velaba por el derecho a la información y la protección de datos de los mexicanos.

Pero ahora, como en muchas de las decisiones de la 4T, sobre todo para acabar con los órganos constitucionales autónomos, que escapaban del control del Poder Ejecutivo y eran un contrapeso a sus caprichos y arbitrariedades, empiezan a aflorar las incongruencias y mentiras y, en el caso del INAI, de entrada resulta que la nueva titular de lo que demagógicamente llamaron "Transparencia para el Pueblo", María Tanivet Ramos, cobra más de lo que ganaban como sueldo mensual los antiguos comisionados del desaparecido instituto.

La señora Tanivet, que viene de ser comisionada de Transparencia en Oaxaca y hoy está adscrita a la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno (otro nombre demagógico porque ni combate la corrupción ni sanciona al mal gobierno) está ganando un sueldo neto mensual de 123 mil 689 pesos mensuales, tal y como aparece en la página de sueldos oficial de dicha secretaría, mientras que el sueldo neto de los excomisionados del INAI era de 112 mil pesos mensuales; es decir, que la supuesta "austeridad" y el ahorro que según querían hacer, nos cuesta sólo en este caso 11 mil pesos más a los mexicanos.

Para colmo, la dichosa "Transparencia para el Pueblo" sigue utilizando a buena parte de la estructura de funcionarios y directivos que antes estaban en el INAI y que, en algunos casos, se vieron involucrados en escándalos de malos manejos en aquel instituto, los cuales fueron usados como argumento para desaparecerlo.

Es el caso de Francisco Raúl Álvarez Córdoba, quien es paisano oaxaqueño de Tanivet y su amigo y ahora colabora con ella, cuando él fungió como titular del Comité de Participación Ciudadana del INAI y antes, en el Instituto Nacional de Información, fue denunciado por acoso laboral y sexual. El excomisionado Adrián Alcalá lo regresó, a pesar de esas denuncias, como director de Planeación hasta el pasado 20 de marzo y era parte del grupo de “Los Moches”, que fueron denunciados por exigirles a empleados del instituto que entregaran entre 10 y hasta 60% de sus sueldos a los directivos que participaban en ese esquema de extorsión que se documentó entre 2019 y 2022 bajo las presidencias de Francisco Acuña y Blanca Lilia Ibarra.

Hoy, Francisco Raúl Álvarez, señalado por esas prácticas de corrupción, es el flamante funcionario de la "Transparencia para el Pueblo", como titular de la Dirección General de Asuntos Internacionales e información, ganando 109 mil pesos mensuales, un sueldo con mucho superior a lo que cobraba antes en el INAI.

Otro caso similar es el de Daniel Atalo, quien era el secretario privado y jefe de ponencia de Óscar Guerra Ford, el excomisionado que fue acusado de gastar recursos públicos para acudir al Table Dance "Curazao" en 2014, donde pagaba con la tarjeta American Express del Instituto y que fue clausurado por trata de personas. Daniel Atalo Navarro se encargó de reintegrar el recurso público que usaron Guerra Ford y Rosendoevgueni Monterrey y de tapar algunas otras irregularidades que denunció el gobierno de López Obrador y, a pesar de eso, ahora también lo volvieron a incorporar como subdirector de la "Transparencia para el Pueblo".

Y no conformes con mantener a funcionarios que ellos mismos acusaron de corrupción, el gobierno de Sheinbaum que también llegó a criticar duramente el edificio que ocupaba el INAI, en avenida de los Insurgentes Sur 3211, por su alto costo para el erario, hoy la Secretaría de Raquel Buenrostro ha ocupado el mismo edificio sin ningún pudor. Dicho inmueble se pagaba por el antiguo instituto a 20 años con opción a compra y cada mes se pagaban al banco seis millones, unos 65 mdp al año y se quedaron en el año 12 con la opción de compra.

Como esos casos de exfuncionarios y directivos del instituto que fue señalado como "muestra de la corrupción y el despilfarro", hoy siguen laborando en la nueva área de transparencia del gobierno de la doctora Sheinbaum, e incluso a algunos hasta los colocaron dentro de otras dependencias, como el caso de la que era la contralora del INAI, Irma Patricia Sam Carbajal, quien tenía a su cargo resolver denuncias como las que hicieron directivos de la Femexfut sobre sobornos que les pidieron funcionarios del instituto a cambio de condonarles multas, o las mismas denuncias de "moches" y otros escándalos de corrupción que nunca resolvió ni atendió la titular del OIC, a la que ahora la misma Raquel Buenrostro la premió mandándola como titular del Órgano Interno de Control de la Secretaría de las Mujeres que encabeza Citlali Hernández.

¿Dónde está entonces la congruencia y el supuesto combate a la corrupción del INAI y sus altos sueldos por los que supuestamente lo desaparecieron si buena parte de los funcionarios de aquel instituto, con todo y haber sido parte de esa corrupción, ahora son los flamantes directivos de la "Transparencia para el Pueblo"?

Justo ayer viernes le preguntaron a la presidenta Sheinbaum por el contrasentido de que hayan ordenado matar al INAI por corrupción y despilfarro mientras mantienen viva su estructura de funcionarios y ahora hasta ganan mejores sueldos y, la mandataria, que casi se mordía la lengua por haber sido la principal instigadora de la muerte de aquel órgano autónomo, no supo qué responder y, con su tono de molestia como cuando no quiere responder temas incómodos, se limitó a decir que "la semana que entra viene Raquel Buenrostro a explicar todo eso".

Veremos si la señora Buenrostro, que no es de dar muchas explicaciones y más bien se le conoce por su modo seco y un tanto prepotente, explica lo que parece inexplicable y exhibe otra más de las mentiras y demagogias de la 4T: acabaron con el instituto de transparencia no por corrupción o porque costara mucho, sino porque prefieren la opacidad y la ignorancia de los ciudadanos mientras ellos manejan el dinero público, de los contribuyentes, discrecionalmente, como si fuera de su propiedad y sin rendirle cuentas a nadie… Se lanzan los dados. Escalera Doble. Semana de altibajos.