David Gutiérrez y Christian Tapia toman las riendas de casa hogar San Vicente

La misa de acción de gracias celebrada este domingo hizo de presilla para inaugurar una nueva etapa de ayuda humanitaria con el liderazgo de David Gutiérrez Mazón y Christian Tapia de Gutiérrez.

El arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Leal, encabezó la misa de acción de gracias celebrada este domingo al interior de la casa hogar San Vicente, una ceremonia que hizo de presilla para inaugurar una nueva etapa de ayuda humanitaria con el liderazgo de David Gutiérrez Mazón y Christian Tapia de Gutiérrez.

"En la Casa San Vicente tenemos 86 años atendiendo a pacientes con tuberculosis, y quiero agradecer mucho al personal que atiende y dar un especial reconocimiento al arzobispo Juan Navarrete, que fundó esta institución con ayuda del doctor Gastón Madrid y la señorita Luz Valencia. Quiero agradecer también a los anteriores patronatos que hicieron que esto siga", dijo David Gutiérrez Mazón, nuevo presidente del patronato que sostiene la casa hogar.

La decisión de tomar las riendas de la institución de asistencia privada, destacó el nuevo líder que buscará abrir camino junto a su esposa, Christian Tapia, sucedió luego de que el actual arzobispo de Hermosillo le encomendó la tarea. "Siempre le pido a Dios, le digo: yo soy tu soldado", compartió el presidente.

Una de las primeras tareas que emprendieron David y Christian fue dar a conocer el lugar: aunque la tuberculosis sigue presente y se encuentra al alza en Sonora, consideran que hay desinformación que ha generado, incluso, la idea de que San Vicente cerró sus puertas tiempo atrás.

La casa hogar que sigue vigente y que recibió este domingo un nuevo impulso comenzó hace 86 años, un momento en el que, según comentó Gutiérrez Mazón, se volvió necesaria debido a que en esos tiempos no se otorgaba la atención necesaria a las personas contagiadas de tuberculosis: al contrario, se les echaba a la calle a probar suerte.

Uno de los principales objetivos de la nueva administración es, así, continuar con la vocación de las personas que crearon la casa hogar. Más allá de ofrecerles atención médica especializada, se comenzó con la construcción de un modelo que permita a sus beneficiarios acceder a nuevos "planes de vida".

Terminada la misa, las decenas de asistentes, entre los que se incluyen los 11 inquilinos actuales, pasaron al patio a compartir alimentos y terminar, con ello, el quinto domingo de pascua.