Alberto Badachi enseña a los jóvenes a luchar en el ring de la vida

'El Embajador del Infierno' como se le conoce en la lucha libre, ha sido un gran luchador y maestro que gestiona recursos para enseñarles este deporte a los niños y jóvenes que dejaron atrás el abandono, vicios y la calle.

Antes de ser conocido como el 'Embajador del Infierno', Luis Alberto Badachi Tanorí se asomaba entre los barrotes de la cancha en la colonia Jacinto López de Hermosillo para ver entrenar a su hermano mayor. Era muy pequeño para participar, pero cada tarde estaba ahí, observando y aprendiendo.

"Viéndolo, aprendí todo. Al mes de que me dejaron entrenar, ya estaba debutando", recuerda. A los 18 años comenzó su carrera en la lucha libre y, desde entonces, no ha bajado del ring.

Hoy, con más de dos décadas de trayectoria, Luis Alberto no solo es luchador profesional: también es maestro y presidente de la Asociación Municipal de Lucha Libre de Hermosillo. Desde ese rol ha formado a decenas de jóvenes que encontraron en la lona un motivo para dejar las calles, los vicios o el abandono.

"Muchos venían solo por un día y ya llevan 20 años aquí. Eran niños de la calle y ahora son luchadores profesionales", relata con orgullo.

Alberto Badachi enseña a los jóvenes a luchar en el ring de la vida

Luis Alberto guía en el mundo de la lucha libre a los jóvenes. (Foto: Cristian Ruiz/EXPRESO)

El gimnasio donde entrenan, ubicado en la misma colonia Jacinto López, dista mucho de ser una instalación de lujo. Durante años no tuvo piso y apenas contaba con un foco colgado desde una casa vecina. Aun así, ha sido suficiente para transformar vidas.

Luis y su equipo han reforzado el ring, gestionado equipo, organizado funciones para recaudar fondos y becado a niñas y niños sin recursos.

"Si tú hablas con el Instituto del Deporte de Hermosillo y dices que un niño no puede pagar, ellos lo becan. Aquí nadie se queda fuera por falta de dinero", aseguró.

La asociación no solo enseña lucha libre: también construye comunidad. Padres y madres acompañan los entrenamientos, colaboran con colchonetas y apoyan a otros niños, creando un ambiente de respeto y hermandad.

"Ya no es como antes, que cuidabas el carro para que no te lo robaran. Ahora hay más calma, más unión", afirma el Embajador del Infierno.

Alberto Badachi enseña a los jóvenes a luchar en el ring de la vida

Los jóvenes aprenden disciplina con la práctica de lucha libre. (Foto: Cristian Ruiz/EXPRESO)

Luis ha llevado el mensaje de la lucha a distintos municipios y hasta Estados Unidos. Organiza giras, encuentros y cada diciembre encabeza la tradicional función de cierre de temporada, donde se juegan máscaras, cabelleras o incluso el retiro.

Sin embargo, su mayor orgullo no está en los cinturones, sino en lo que construye cada día: disciplina, respeto y una alternativa para quienes han recibido demasiado pronto los golpes de la vida.

"Con uno que saquemos de la calle, ya hay ganancia. Y muchos se han quedado. Eso ya dice algo", explica.

Además, invita a quienes deseen experimentar un día como luchadores a subir al ring para una clase introductoria en el gimnasio Juan Francisco 'Gallo' Estrada.

"Estamos dispuestos a enseñar a quien quiera aprender y vivir la experiencia de la lucha libre", afirma el maestro.