La fe una a la comunidad; escenifican el viacrusis
Participan yaquis con fieles de la Parroquia Inmaculado Corazón de María en la escenificación del viacrusis.
Un momento único en el mundo de la fe católica tuvo lugar el viernes santo en Hermosillo, donde la espiritualidad en torno a la pasión de Cristo se fusionó de nueva cuenta con las tradiciones emanadas de los ocho pueblos yaquis: a la celebración de la Parroquia Inmaculado Corazón de María se unieron los fariseos de la Ramada del Coloso Bajo.
“Llevamos algunos años, sobre todo con padres anteriores a mí, acompañando especialmente la comuni dad de los yaquis. Para nosotros es un gusto poderlos integrar a estas celebraciones que cristianamente celebramos, en algún momento ellos fueron evangelizados. De esta manera ellos celebran su Semana Santa y es un gusto, es un honor, sobre todo, que ellos nos acompañen a estas celebraciones que nosotros como Iglesia tenemos”, explicó el padre José Octavio Soto Munguía.
El grupo de fieles de la parroquia, encabezado por niños y jóvenes, comenzó con la representación de 'la pasión de la muerte de Jesús' en la zona del Coloso Alto, en la colonia El Mariachi.
Al mismo tiempo, cuando la cruz comenzaba a moverse, los fariseos del Coloso Bajo dieron vida a la procesión del Conti. Es decir, decenas de fariseos, con máscaras estridentes, elaboradas a mano por sus portadores, dieron vueltas alrededor de la manzana a la espera de la comunidad de la parroquia del padre José Octavio.
La gente de la colonia y sus alrededores dejaron sus actividades para presenciar el momento. Calle abajo, cerca de llegar al bulevar Luis Encinas Johnson a través de la ruta que terminaría en la parroquia para unos y en la ramada para otros, los cantos de las rezadoras (“Perdona a tu pueblo, Señor”) ya estaban fusionados con el sonido de los bastones y los tenábaris.
La unión de ambas comunidades da mayor amplitud al mensaje que la parroquia busca transmitir, mismo que se resume, en palabras del padre José Octavio, en poner atención a los congéneres que diariamente “son crucificados”.
“El día de hoy hemos presenciado el viacrucis, donde como comunidad hemos acompañado a Jesús en el trayecto de la pasión de su muerte. Hoy queremos también acompañar especialmente a través de este gesto a muchos hermanos que muchas veces son crucificados hoy en nuestra sociedad: los pobres, los marginados, en ocasiones, muchas veces, aquellos hermanos y hermanas que encontramos en muchos lados y que muchas veces a la mejor esto no hace ruido en los corazones de hermanos y hermanas, pero ellos siguen siendo crucificados'', declaró.