Un nacimiento inesperado marca a policías municipales en Hermosillo
Dos agentes con 16 y 8 años de servicio narraron cómo, entre nervios y primeros auxilios, ayudaron a una mujer de 27 años a dar a luz dentro de su patrulla.
Un nacimiento inesperado sorprendió este viernes a dos policías municipales de Hermosillo, quienes auxiliaron a una mujer que entró en labor de parto dentro de una patrulla en la colonia Laura Alicia Frías.
Los oficiales Benito Sesma Serrato y Manuel Rodrigo Ochoa Escalante, con 16 y 8 años de servicio respectivamente, relataron en rueda de prensa cómo vivieron el momento que, aseguraron, quedará marcado como uno de los más emotivos de su carrera.
"Eran alrededor de las ocho de la mañana, estábamos en una escuela apoyando a los alumnos en su ingreso cuando nos llegó un reporte del C5i. Nos indicaron que cerca de ahí había una mujer con trabajo de parto", recordó el agente Ochoa Escalante.
Los policías acudieron de inmediato a la intersección de las calles Constelación Sagitario y Constelación Signus, donde encontraron a una joven de 27 años con fuertes dolores. Ante la urgencia, decidieron trasladarla al Hospital Integral de la Mujer a bordo de su patrulla.
Sin embargo, el trayecto se interrumpió en el bulevar Progreso y la calle Agustín Zamora. La mujer les advirtió que el bebé estaba por nacer, y al observar la cabeza del recién nacido, los oficiales actuaron de inmediato.
"Es la primera vez que me toca algo así. Hemos recibido cursos de primeros auxilios, pero nunca había asistido un parto. Sí hubo nervios, pero nos enfocamos en ayudar", confesó Sesma Serrato.
El agente explicó que, junto a su compañero, intentaron tranquilizar a la joven para facilitar el nacimiento.
"Cuando vimos ya la cabecita, le pedimos que respirara, que se tranquilizara, y así con los empujones salió el niño", narró con una sonrisa.
En ese momento arribó una ambulancia de la Cruz Roja. Los paramédicos realizaron el corte del cordón umbilical mientras los uniformados sostenían al bebé.
"Yo lo recibí en mis brazos, lo limpiamos de nariz, ojitos y piel, y lo abrigamos con una sábana térmica", relató Sesma.
Posteriormente, madre e hijo fueron trasladados al hospital, donde quedaron bajo observación médica. Los policías acompañaron el procedimiento hasta confirmar que ambos estaban fuera de peligro.
"Es muy distinto a lo que enfrentamos normalmente en la calle. En vez de un hecho violento, nos tocó un nacimiento. Eso se queda grabado", expresaron satisfechos por haber contribuido a un hecho que calificaron como uno de los más significativos de su trayectoria.