Joaquín Murrieta, la historia del Robin Hood mexicano

Uno de los personajes más importantes de la historia cultural sonorense es Joaquín Murrieta, un personaje que inspiró la leyenda de “El Zorro” y que fue uno de los bandidos más buscados por las autoridades de California de la época.

“Algo que no se sabe es dónde empieza la historia y dónde termina el mito; don Francisco R. Almada dice que nació en Álamos en 1829, sin embargo, a raíz de la notoriedad del personaje se ha investigado y otros lo ubican en Trincheras, en la zona del desierto, que es un lugar donde muchas familias llevan el apellido Murrieta”, mencionó.

A su vez, comentó que Joaquín fue uno de los tantos personajes sonorenses que emigraron a California para emplearse en labores de minería, ya que en el lugar se encontraron yacimientos mineros que dieron entrada al momento conocido como la “Fiebre del Oro”, y que hizo que el estado recibiera a migrantes de todo el mundo.

“Otros consignan que vivió aquí en Hermosillo, sus hermanos trabajaron aquí, en una hacienda en el Real del Alamito; Joaquín Murrieta era un personaje que entraba en la categoría de migrante por trabajo, y en aquellos momentos era fácil llegar a California, tan es así, que arriba de San Francisco hay un poblado que se llama Sonora, precisamente por la cantidad de migrantes de aquí que tuvo”, agregó.

La leyenda

“Se dice que cuando donde empieza el problema es cuando inició una banda, que se llamaban ‘Los Joaquines’, porque había varios con ese nombre, y empezaron a asaltar, el caso es que Joaquín se convierte en el enemigo público número uno de la región y se convierte en un personaje vengativo, esto por su concepto de justicia hacia los desfavorecidos, que en este caso eran los mexicanos”, relató.

Es así como el personaje se convierte en el justiciero, y las historias empezaron a crecer y el mito sobre el personaje se populariza, sin embargo, las inconsistencias llegan al relatar la manera en la que él muere, algunos dicen que fue detenido y fusilado junto a su banda por militares norteamericanos, y hay otros que dicen que salió tranquilamente de Estados Unidos y que está enterrado en Cucurpe.

“Lo interesante de este bandido bueno es que a raíz de su muerte en 1854, o su desaparición del escenario, porque no lo tenemos claro, empieza a crecer el mito; algo que se me hace curioso es que el mito nace allá, de un escritor que publica una novela a mediados del siglo XIX donde escribe las aventuras de un bandido justiciero que lleva su nombre”, apuntó.

Cabe señalar que uno de los apodos que recibió, “El Patrio”, se lo asignó el abuelo de Octavio Paz, Irineo Paz, que publicaba en un periódico de la época, y que escribió la historia de Joaquín en las entregas que se anexaban a las publicaciones; el personaje creció al punto de ser protagonista de canciones, poemas, corridos, historias, y más novelas a mediados del siglo XX, su popularidad ha llegado a nuestros días y hace unos días se estrenó la serie “La Cabeza de Joaquín Murrieta” en Prime Video.