Niños rompen piñata con animales vivos en Campeche
La práctica formó parte de una actividad comunitaria que, según reportes, habría contado con autorización municipal.
Un hecho reciente ha reavivado el debate sobre los límites entre la tradición y el respeto por los derechos de los animales. En el barrio de Kilakan, en el municipio de Calkiní, Campeche, se documentó un evento que ha generado gran indignación social: varios animales vivos, entre ellos iguanas, fueron colocados dentro de cantaros de barro que luego fueron golpeados por menores de edad durante una celebración local.
La práctica formó parte de una actividad comunitaria que, según reportes, habría contado con autorización municipal.
Los recipientes de barro, similares a piñatas, fueron destruidos mientras los animales escapaban desorientados y eran perseguidos por los niños, algunos de los cuales pisaron o maltrataron a los ejemplares que intentaban huir.
Por medio de su cuenta de Facebook, la Fiscalía Especializada en Delitos contra Animales, Ambiente y Ecosistemas, encabezada por el fiscal Alexandro Brown, difundió a través de su cuenta oficial el video que muestra los momentos en que los animales eran liberados tras romperse los recipientes.
Ante ello, la Fiscalía señaló que están analizando posibles omisiones administrativas y responsabilidades legales tanto de particulares como de servidores públicos.
Además, mencionó que junto a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) iniciaron las investigaciones correspondientes para castigar a los organizadores de este acto.
"Delicado ver cómo los niños son expuestos a estos actos de violencia contra los animales (...) El Maltrato Animal es un delito y ninguna tradición justifica violar la ley", escribió.
Como era de esperarse, la difusión del clip provocó una inmediata reacción pública, ya que usuarios manifestaron su rechazo hacia lo ocurrido, señalando que este tipo de prácticas refuerzan comportamientos violentos desde la infancia y contradicen los esfuerzos por fomentar una cultura de respeto hacia los seres vivos.
"Es lamentable que en pleno 2025 se sigan permitiendo celebraciones que promueven el sufrimiento animal", escribió un usuario.
Otro señaló: "Las tradiciones deben evolucionar. Involucrar a niños en este tipo de actos solo normaliza la violencia".