"Estoy en shock": primeras palabras en libertad de Juana Hilda González
La misma noche de este 11 de junio que la SCJN ordenó su liberación por el "caso Wallace", Juana Hilda González ha abandonado el Cefereso 16 de Morelos.
Cerca de las 22:00 horas de este miércoles 11 de junio (hora de Sonora), Juana Hilda González Lomelí salió del Centro Federal de Readaptación Social número 16 en Morelos, luego de pasar más de 19 años privada de la libertad por su presunta participación en el secuestro y homicidio de Hugo Alberto Wallace.
La liberación se realizó en cumplimiento a la sentencia emitida horas antes por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que ordenó su excarcelación inmediata tras determinar que las pruebas clave en su contra fueron obtenidas bajo tortura y violaciones al debido proceso.
Juana Hilda dio breves declaraciones a los medios. (Foto: Cortesía X @EliaAlmanzaA)
Juana Hilda fue recibida por personal del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP), quienes dieron seguimiento al amparo que resultó en su liberación. Custodios federales la acompañaron hasta la salida del penal y entregaron su documento oficial de excarcelación a los representantes del IFDP.
"Estoy en shock todavía y no puedo decir nada, quiero ver a mi familia", dijo la mujer de 45 años al abandonar las instalaciones a representantes de los medios que la esperaban afuera del penal.
Por motivos económicos y de seguridad, sus familiares no acudieron al penal femenil de Morelos. No obstante, sus representantes legales confirmaron que se encuentra en resguardo y en proceso de reunirse con sus hijos.
González Lomelí fue detenida el 10 de enero de 2006 y permaneció bajo arraigo hasta abril de ese mismo año. En 2011 fue sentenciada a 78 años de prisión por secuestro, delincuencia organizada y portación de armas de uso exclusivo del Ejército. Su caso formó parte de las denuncias presentadas por la fallecida activista Isabel Miranda de Wallace.
La Primera Sala de la Corte resolvió que las declaraciones que incriminaron a Juana Hilda no fueron obtenidas con las garantías constitucionales. Además, las pruebas derivadas de su supuesta confesión —como cateos, testimonios y registros— también fueron invalidadas al carecer de sustento legal.
Al quedar sin efecto estos elementos, el tribunal concluyó que no existen pruebas suficientes que acrediten su responsabilidad en el caso Wallace, ya que nunca fue localizado el cuerpo de Hugo Alberto y las únicas referencias sobre su desaparición provienen de testimonios indirectos.