Familiares despiden Miguel Hernández, fallecido en AXE Ceremonia

En medio del dolor y la consternación, este lunes se llevaron a cabo los funerales de Miguel Hernández y Berenice Giles, los dos jóvenes fotógrafos que perdieron la vida tras el colapso de una estructura metálica durante el Festival AXE Ceremonia en el Parque Bicentenario, Ciudad de México.

La noticia de su fallecimiento ha estremecido al gremio periodístico y artístico, y sus seres queridos se han volcado en brindarles un homenaje lleno de cariño, memoria y exigencia de justicia.

En la alcaldía Iztapalapa, el cuerpo de Miguel Hernández, de 26 años, fue velado en su domicilio familiar. Familiares, amigos y colegas lo recordaron como un joven entusiasta, trabajador y apasionado por la fotografía, a punto de concluir sus estudios en la FES Aragón de la UNAM.

"Era un buen muchacho, positivo y trabajador. Le faltaban cuatro semanas para terminar la carrera", compartió su padre entre lágrimas. “No fue a divertirse, fue a trabajar”.

Simultáneamente, en una funeraria al sur de la capital, amigos y familiares de Berenice Giles se reunieron para despedirla antes de que sus restos fueran trasladados a Aguascalientes, su tierra natal. Ahí la esperaba su padre, Raúl Giles, quien ha pedido a las autoridades una investigación clara sobre los hechos.

Según testigos del accidente, Berenice falleció de manera inmediata tras recibir el impacto del colapso de la estructura. La carroza fúnebre llegó al Instituto de Ciencias Forenses durante la madrugada para recoger su cuerpo.

Ambos funerales no solo fueron espacios de despedida, sino también de denuncia. Padres y allegados exigen justicia y señalan negligencia de los organizadores del evento como causa directa de la tragedia.

En redes sociales, colegas del medio, fotoperiodistas, artistas y ciudadanos han lanzado una ola de apoyo bajo el hashtag #JusticiaParaMiguelYBerenice, pidiendo que los hechos no queden impunes.

“No es justo que dos jóvenes con tantos sueños y talento mueran por falta de seguridad. No puede volver a pasar”, se lee en uno de los mensajes virales.

Con cámaras colgadas al cuello, pancartas y flores, quienes los conocieron y quienes no, pero comparten su vocación, rindieron homenaje a dos vidas jóvenes que encontraron en la fotografía su lenguaje y su pasión.