Viernes 13: superstición que sobrevive siglos de historia, religión y cultura

Expertos en psicología, antropología y numerología analizan por qué esta fecha sigue causando nerviosismo en muchas personas.

La combinación del número 13 y el viernes ha sido históricamente vista como de mal augurio, una idea arraigada tanto en tradiciones religiosas como en creencias populares.

Pero, ¿realmente hay algo que temer o es solo el resultado de siglos de superstición y pensamiento mágico? Expertos en psicología, antropología y numerología analizan por qué esta fecha sigue causando nerviosismo en muchas personas.

Una superstición con raíces religiosas y culturales

De acuerdo con National Geographic, el miedo al viernes 13 no es casualidad. Su origen se puede rastrear hasta dos eventos claves en la tradición cristiana: la Última Cena, donde Judas —el traidor de Jesús— fue el decimotercer invitado, y la crucifixión de Jesús, que según la tradición ocurrió un viernes. La suma de estos dos elementos ha generado lo que algunos consideran una 'doble dosis' de mal augurio.

Pero la fobia al número 13, conocida como triscaidecafobia, también se ha alimentado de aspectos culturales más amplios. En la numerología, por ejemplo, el 12 es considerado un número 'perfecto': hay 12 meses, 12 signos zodiacales, 12 dioses olímpicos, entre otros. El número 13, al venir justo después, representa lo incompleto, lo desordenado y lo impredecible.

El antropólogo Phillips Stevens señala que esta superstición se ha extendido por todo el mundo occidental y ha echado raíces tan profundas que hoy forma parte del imaginario colectivo. Incluso quienes no son especialmente supersticiosos pueden sentir una ligera incomodidad cuando esta fecha se cruza en su agenda.

¿Nos afecta psicológicamente el miedo al viernes 13?

Desde la psicología, el viernes 13 es un ejemplo claro de cómo el ser humano intenta encontrar orden en un mundo incierto. Según Rebecca Borah, profesora de la Universidad de Cincinnati, las supersticiones cumplen una función emocional: nos dan la sensación de control sobre lo desconocido. Saber que existe una 'regla'—aunque sea irracional— sobre cómo evitar la mala suerte, puede ser reconfortante.

"Si crees que llevando un amuleto o evitando ciertas acciones puedes protegerte, eso da una sensación de orden", explica Borah. Incluso menciona que algunas personas toman precauciones adicionales en días como este, como no salir de casa o evitar decisiones importantes.

Sin embargo, no todo es positivo. Stuart Vyse, psicólogo y autor del libro Creyendo en la Magia: La Psicología de la Superstición, advierte que estas creencias también pueden limitar la vida de las personas. Algunas evitan volar, firmar contratos o hacer inversiones en viernes 13, lo que tiene incluso un impacto económico: se estima que se pierden cientos de millones de dólares por decisiones postergadas.

Vyse añade que este tipo de miedos pueden ser transmitidos de generación en generación, perpetuando tabúes que no tienen fundamento racional. Para superarlos, recomienda empezar por hacer pequeñas acciones que contradigan la superstición y comprobar que no ocurre nada negativo.