Trump confunde prueba de detección de demencia con un “difícil test de IQ”

Según medios, Trump se refería a una evaluación de 10 minutos diseñada para detectar signos de demencia o Alzheimer.

El lunes 27 de octubre, durante un encuentro con reporteros a bordo del Air Force One, el presidente Donald Trump, de 79 años, afirmó haber tomado un “IQ test” en el Centro Médico Walter Reed y retó a las congresistas demócratas Jasmine Crockett (44 años) y Alexandria Ocasio-Cortez (36 años) a realizar la misma prueba.

"Tienen a Jasmine Crockett, una persona de bajo IQ. AOC es de bajo IQ. Denle un test de IQ y que aprueben los exámenes que yo decidí tomar cuando estaba en Walter Reed", dijo Trump. "Las primeras preguntas son fáciles: un tigre, un elefante, una jirafa, ¿saben? Pero cuando llegas a la cinco, seis, y luego a la 10, 20, 25, no podrían responder ninguna de esas preguntas".

La prueba que realmente tomó

Expertos indican que Trump se refería en realidad al Montreal Cognitive Assessment (MoCA), una evaluación de aproximadamente 10 minutos diseñada para detectar signos de demencia o Alzheimer, no para medir inteligencia. En abril, su médico reportó que Trump había obtenido una calificación perfecta durante su examen anual en Walter Reed.

El presidente también tomó la prueba en 2018 y, según NBC News, habría logrado 30 de 30 puntos. En 2020, desafió al entonces candidato Joe Biden a realizar el test y describió una sección en Fox News como ejemplo de su dificultad.

“Te dicen: persona, mujer, hombre, cámara, TV. ‘¿Podrías repetir eso?’ Yo dije: ‘Sí. Persona, mujer, hombre, cámara, TV’. Si lo repites en orden, obtienes puntos extra. Para mí fue fácil, y no es una pregunta fácil”, recordó.

Expertos aclaran el propósito del test

El neurólogo canadiense Dr. Ziad Nasreddine, creador del MoCA en 1996, explicó a NBC News que la prueba no mide el coeficiente intelectual.

"No hay estudios que muestren que esta prueba se correlacione con tests de IQ. Su propósito no era determinar personas con bajo nivel de inteligencia, por lo que no podemos decir que refleje el IQ de alguien", afirmó.

A inicios de octubre, Trump regresó a Walter Reed para un chequeo médico, donde se sometió a análisis de laboratorio, estudios de imagen avanzada y evaluaciones preventivas, según el resumen del examen del médico de la Casa Blanca, Sean Barbabella.

El presidente mencionó que una resonancia magnética (MRI) realizada durante esa visita mostró resultados “perfectos”, aunque no explicó el motivo por el cual le hicieron el estudio.