¿Te pueden cancelar la visa americana por viajar seguido a EU?

Tras la entrada en vigor del nuevo veto migratorio del presidente Donald Trump, que restringe el ingreso a ciudadanos de 19 países, crece la incertidumbre entre turistas frecuentes que viajan con visa americana. A pesar de cumplir con todos los requisitos, estos viajeros temen que sus permisos sean cancelados por sospechas de mal uso.

Ex cónsul advierte: múltiples viajes pueden levantar sospechas

Brent Hanson, ex cónsul de visas, respondió en TikTok a la creciente inquietud entre usuarios de países como Guatemala, donde se ha reportado la cancelación de visas a ciudadanos que viajan constantemente a Estados Unidos.

“No es solamente a los guatemaltecos, sino a todo el mundo”, dijo Hanson, al señalar que los oficiales de migración analizan la frecuencia y duración de los viajes para detectar posibles casos de inmigración irregular.

Según el exfuncionario, visitar Estados Unidos con frecuencia o por periodos prolongados puede generar sospechas. Si el tiempo en territorio estadounidense es mayor al que el viajero pasa en su país, los agentes migratorios pueden interpretar que hay una intención de establecerse de forma irregular y proceder a la cancelación de la visa.

¿Qué hacer para evitar problemas con tu visa?

Hanson recomienda que los viajeros mantengan un perfil de turista coherente, es decir:

• Hacer viajes con duración típica de turismo (de días o pocas semanas).
• Evitar estancias largas o frecuentes que no se correspondan con vacaciones.
• Mantener una periodicidad razonable entre viajes.

“Si son más largos que un viaje normal, siempre va a llegar a más revisión y problemas posiblemente”, señaló Hanson.

Aunque esta revisión no es nueva, el endurecimiento de las políticas migratorias bajo el nuevo mandato de Trump ha reactivado este tipo de medidas y puesto bajo la lupa a los viajeros recurrentes.

Contexto del veto migratorio

El nuevo veto migratorio restringe el ingreso a ciudadanos de 19 países (la lista completa no ha sido publicada oficialmente), como parte de una política federal que busca frenar la migración irregular, especialmente desde regiones con altos índices de movilidad hacia Estados Unidos. Esta medida ha sido calificada como controvertida por organismos internacionales y defensores de derechos humanos.