Wall Street se tambalea con 'lunes negro'

Volatilidad en los mercados tras la caída en Wall Street

La Bolsa de Nueva York experimentó una caída brutal este lunes, generando un pánico global en los mercados. Los temores de recesión en Estados Unidos y la apreciación del yen afectaron gravemente.

El índice Dow Jones cedió 2.60%, registrando su peor jornada desde 2022. El Nasdaq, en mínimos desde mayo, perdió 3.43%, y el S&P 500 retrocedió 3%. Todos los 30 valores del Dow Jones y los 11 sectores del S&P 500 terminaron en rojo.

El índice VIX, conocido como el "índice del miedo", alcanzó su máximo nivel desde marzo de 2020. La debilidad del mercado laboral en julio en Estados Unidos se destacó como una señal de que la Reserva Federal (Fed) esperó demasiado para bajar las tasas de interés.

La Fed mantiene sus tasas en niveles altos, entre 5.25% y 5.50%, para controlar la inflación. Tasas altas encarecen el crédito, desalientan el consumo y la inversión, y reducen las presiones sobre los precios.

Nvidia, estrella del sector de inteligencia artificial, cayó 6.36% a 100.45 dólares por acción. Los principales mercados mundiales también se desplomaron este lunes. Las bolsas europeas registraron fuertes caídas: París perdió 1.42%, Londres 2.04%, Fráncfort 1.82%, Madrid 2.34%, y Milán 2.27%.

En Asia, la caída fue aún más pronunciada. Tokio se desplomó, con el Nikkei 225 perdiendo un 12.4%, su mayor caída desde octubre de 1987. Taiwán cayó más del 8% y Seúl más del 9%. Las bolsas chinas, aunque menos afectadas, también registraron caídas: el índice Hang Seng de Hong Kong cedió 2.13%, el índice compuesto de Shanghái cayó 1.54%, y el de Shenzhen 1.85%.

Detonantes

Las tasas de los bonos estadounidenses a 10 años cayeron a 3.77%, reflejando una alta demanda de estos títulos seguros. El informe sobre el empleo en Estados Unidos fue el detonante que hizo caer las acciones y los rendimientos de los bonos en Wall Street. La tasa de desempleo estadounidense subió en julio más de lo previsto, alcanzando el 4.3%.

Otros factores detrás de la volatilidad incluyen la anticipación de posibles retaliaciones iraníes tras la muerte de miembros de alto perfil de Hamás y Hezbolá. La debacle bursátil también se debe a una combinación de temores a una desaceleración económica en Estados Unidos y la desactivación del carry-trade en yenes por fondos especulativos.

El fortalecimiento del yen y la posibilidad de más subidas de tasas por parte del Banco Central de Japón (BoJ) provocaron que los fondos especulativos retiraran su dinero del mercado accionario, particularmente en Japón. El jefe de estrategia de inversiones de CFRA Research, Sam Stovall, predice un "aterrizaje suave" de la economía estadounidense, es decir, una desaceleración con caída de la inflación sin recesión.

Peter Cardillo, de la consultora Spartan Capital, destacó que la caída del Nikkei se debe al fortalecimiento del yen y al temor de una desaceleración económica en Estados Unidos. A pesar de los temores de recesión, Cardillo señaló que los datos de creación de empleo en Estados Unidos siguen siendo positivos.

El futuro de los mercados globales sigue incierto, con la volatilidad y los temores de recesión dominando el panorama. Las acciones históricamente han mostrado debilidad en agosto, y los analistas continúan monitoreando de cerca los indicadores económicos y las políticas de los bancos centrales.