Buscadoras regresan al desierto sonorense

Ingresaron al Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco.

Tras un año sin poder ingresar al Golfo de Santa Clara, en Sonora, a causa del peligro que representaba la pugna entre grupos de narcotraficantes, buscadores regresaron ayer a la zona del desierto y localizaron restos humanos.

Los integrantes de la Célula de Búsqueda e Investigación en Desaparición Forzada de Baja California ingresaron acompañados por dos unidades de la Secretaría de Marina (Semar), con otras dos de la Policía Estatal de Sonora y y con una unidad de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal de la Fiscalía de Sonora.

"Nos tomó por sorpresa", expresó, "porque nos habían dicho que no (nos acompañarían)", señaló Gonzalo Moreno, miembro del grupo de familiares.

La Guardia Nacional, en cambio, les respondió que no acudirían porque están concentrados en la frontera mexicana conforme los compromisos del Gobierno federal con el Presidente Donald Trump, para evitar aranceles a México.

Moreño señaló que esperaban a cien personas pero que muchas no fueron por el miedo de ser atacados por la delincuencia organizada.

No obstante revisaron dos diferentes puntos y localizaron restos óseos humanos entre Peñasco y el Golfo de Santa Clara.

"Hicimos (la revisión) de un primer punto, ahí por la costera (en el Golfo de California), donde nos encontramos poncha llantas en el camino, hablamos con elementos federales y nos dicen que los grupos delictivos hacen eso", relató.

"En un segundo punto, entre Peñasco y el Golfo, tuvimos el resultado positivo, al parecer unas costillas, una mano, entre otros restos óseos", añadió.

Ubicado a unos 180 kilómetros de Mexicali, el Golfo de Santa Clara es un poblado desértico cerca de la frontera de San Luis Río Colorado, un territorio en pugna por los narcotraficantes de drogas y de personas, con áreas extensas sin comunicación celular.