Día del Fotógrafo: Jesús y Jorge, apasionados de la lente como pocos

En el Día del Fotógrafo, Jesús Ballesteros y Jorge Flores, fotoperiodistas de EXPRESO, comparten su amor y respeto por la fotografía, una profesión que lo ha llevado a cumplir sus sueños y descubrir lugares inimaginables.

A los 15 años se inició en la fotografía, y ya con 28 años de experiencia Jesús Bernardo Ballesteros Aguilar, disfruta el día a día en una profesión que le ha permitido cumplir sus sueños y entrar a infinidad de lugares que jamás pensó.

Al conmemorarse este 20 de febrero el Día Nacional de los Fotógrafos, el fotoperiodista de EXPRESO compartió su pasión y respeto por esta profesión que detrás de la lente permite conservar la memoria a las imágenes.

“Lo que más me gusta de mi profesión es que todos los días son diferentes, que tú tienes que salir con una mentalidad abierta a buscar algo diferente. Pero también, como vivimos en una ciudad que repite los mismos sucesos, festivales y eventos culturales, artísticos y deportivos, se requiere de capacidad y creatividad para ofrecerle algo diferente al lector”, comentó.

“Esa es la creatividad que tiene que tener el fotógrafo, no repetir lo que hiciste el año pasado o el día anterior, es lo que nos distingue, que no siempre hacemos lo mismo”, dijo.

Su maestro

Inició en 1995 junto a su padre Crispín Ballesteros, quien fue su maestro en este oficio que le ha enseñado que se puede combinar desde la fotografía deportiva, la de calle y la artística.

“Primero me llamaba mucho la atención el estar en eventos importantes como los mundiales, el beisbol, o cuando dejaban pasar a los fotógrafos a accidentes”, recordó Ballesteros Aguilar.

Empezó acompañando a su papá a tomar fotos los fines de semana, y poco a poco fue adquiriendo el gusto y respeto por esta actividad que con el paso de los años le ha dado un nombre y prestigio.

"Lo acompañaba nomás porque yo todavía no tenía cámara, ya después él me regaló una Nikon FM2, que la tengo guardada todavía, luego empece a practicar en mis ratos libres de la escuela", recordó.

Fotos de calles, policiacas y deportes. Pero más que aprender a tomar fotos aprendí a observar y detectar que era noticia, más que la técnica era saber trabajar fotoperiodismo, y gracias a Dios todavía tengo la enciclopedia más importante conmigo, mi padre”, expresó.

Aprendió de los mejores

Se dijo afortunado por haber aprendido de los mejores de la lente como su propio padre y otros profesionales de ese entonces como Rafael Soto especialista en el área deportivo.

“Hay algo que me decía siempre Rafael, y era que cuando dominará el área deportiva iba a poder hacer fotos de todas, porque el deporte es muy rápido y te hace muy ágil “En aquel tiempo era enfoque manual no era automático como ahora y solo disparar, osea que tenías que estar al cien.

Recuerda que todavía le tocó revelar los rollos en el famoso “cuarto oscuro”, y fue Miguel González quien le enseño la técnica en los años noventas. Era todo un arte manejar la temperatura de los químicos, cuidar el proceso y el tiempo que llevaba el revelado, mencionó.

“Es un arte que ya pocos tienen la dicha de hacerlo, incluso ya aquí en Hermosillo no hay un laboratorio que revele rollos, se mandan a otras ciudades”, enunció.

La transición

Al principio, como pasa con todos los cambios, comentó Ballesteros, el paso de lo negativo a lo digital provocó incertidumbre, pero con el correr de los años se ha comprobado que la tecnología vino a mejorar el proceso y la rapidez en los medios de comunicación.

“Como en todo, todos estábamos asustados porque iba a cambiar de negativo a digital, y al principio no tenía la calidad la cuestión digital a lo que daba el negativo, eran 4 mega pixeles comparado con una impresión de un rollo de las cámaras de aquel tiempo”, recordó.

La fotografía digital ha ido mejorando y facilitando los proceso, ahora con solo pulsar un botón puede pasar la fotografía de la cámara al celular, subirlas a la redes o enviarla al portal de noticias. La tecnología no supera la calidad humana Para Ballesteros, a pesar la tecnología en la actualidad todavía se sigue distinguiendo lo que es un fotógrafo de un aficionado, pues este último no puede captar muchas veces el toque informativo.

“Cualquier persona puede traer un buen celular con una muy buena cámara y puede estar en el momento preciso de la acción, pero lo que tiene que hacer un fotógrafo de profesión es encontrar lo realmente interesante”, externo Ballesteros Aguilar.

Pero en cuestiones económicas, la era digital ha afectado la fotografía social o comercial porque la gente a veces te pide que le mandes la foto sin saber que el trabajo tiene un costo. “La gente cree que es muy sencillo, que tomas la foto y como es digital y no imprimes no te cuesta, pero pues todo el equipo y el tiempo cuesta”, dijo el fotoperiodista.