La tecnología que usamos sin darnos cuenta todos los días

Actualmente, nuestras vidas están muy vinculadas a la tecnología y muchas de ellas las solemos utilizar muy frecuentemente, sin siquiera darnos cuenta.

Desde los algoritmos que personalizan nuestras experiencias digitales hasta las infraestructuras que permiten nuestra conectividad al internet, estas tecnologías se han integrado de forma tan natural que pasan desapercibidas. Indaguemos más a fondo sobre esas tecnologías que operan de forma discreta, pero que resultan muy relevantes en nuestras actuales vidas cotidianas.

La Blockchain: tecnología más allá de las Criptomonedas

La tecnología blockchain, inicialmente asociada a las criptomonedas, se ha expandido actualmente al universo de las aplicaciones y servicios que operan en segundo plano. La razón fundamental de ello es que esta tecnología emergente garantiza la integridad de los datos en sectores como el comercio (mayoristas, distribuidores y fabricantes principalmente), la salud y las finanzas. Así, tenemos el caso de muchas empresas que suelen recurrir al uso de la blockchain para rastrear productos desde su origen hasta el consumidor, asegurando la transparencia sin que los compradores lo perciban. También, podemos citar su capacidad de automatizar las transacciones, como pagos en sistemas financieros descentralizados o efectuar operaciones en pares de monedas como xrp / mxn sin requerir procedimientos manuales adicionales. 

La inteligencia artificial y su omnipresencia en la cotidianidad

La inteligencia artificial (IA) es, sin duda, una de las tecnologías más omnipresentes en la actualidad, incluida principalmente en dispositivos móviles y servicios que usamos a diario. Los asistentes virtuales, como los integrados en teléfonos móviles y altavoces inteligentes, utilizan modelos de lenguaje avanzados para responder a comandos de voz, organizar agendas o sugerir contenidos. También esta tecnología emergente está muy presente en las funciones de geolocalización proporcionadas por apps como Waze o Google Maps. En estos casos, los algoritmos de IA optimizan las rutas en tiempo real, analizando los datos de tráfico y patrones de conducción, sin que los usuarios sean conscientes de los complejos cálculos que se efectúan detrás de estas decisiones. Asimismo, plataformas de streaming como Netflix o Spotify emplean IA para recomendar contenido personalizado, basándose en los análisis de hábitos de consumo que los usuarios apenas perciben. Esta integración sutil de la IA, indudablemente, está transformando la experiencia digital en algo más intuitivo.

La Nube: una auténtica Espina Dorsal Invisible

la nube computacional es otra tecnología que sustenta innumerables servicios sin que los usuarios finales lo noten. De hecho, la mayoría de las aplicaciones, desde redes sociales hasta servicios bancarios, operan desde ecosistemas híbridos y multinube. Otro punto a destacar es que numerosas organizaciones utilizan múltiples plataformas en la nube, lo que, si bien, puede generar ciertas complejidades en la gestión, brindan una mayor escalabilidad y acceso inmediato a los datos que se requieran desde cualquier ubicación. De esta manera, cuando almacenamos fotos en apps como Google Photos o usamos aplicaciones de mensajería como WhatsApp, los datos se alojan en servidores remotos, lo cual garantiza en un 99% su disponibilidad. Esta tecnología también es clave para el teletrabajo, ya que permite a los trabajadores acceder de forma inmediata a las herramientas laborales de la empresa sin importar dónde estos se encuentren. La nube opera en segundo plano, asegurando que los servicios sean rápidos, seguros y accesibles, sin que los usuarios se detengan a pensar en la infraestructura detrás.

Cookies y tecnologías de seguimiento

Las cookies técnicas y analíticas son esenciales para la navegación web, pero su funcionamiento es prácticamente invisible para los usuarios. Vale recordar que las cookies técnicas son las que permiten acceder a perfiles sin necesidad de iniciar sesión repetidamente y mantener algunas preferencias personalizadas como lo es el idioma, mientras que las cookies analíticas se encargan de recopilar los datos sobre patrones de uso para optimizar la experiencia en los sitios web. Estas tecnologías mejoran también la estructura y lógica de navegación, haciendo que la experiencia en línea sea más eficiente. Por otro lado, las cookies de perfil y plugins de redes sociales rastrean comportamientos para personalizar anuncios, un proceso que, aunque resulta muy controvertido por las inherentes cuestiones de privacidad, es una tecnología omnipresente. 

Procesamiento Inteligente de Documentos (IDP)

El procesamiento inteligente de documentos (IDP) es una tecnología que combina IA, aprendizaje automático y reconocimiento óptico de caracteres para automatizar el manejo de datos no estructurados, como facturas, solicitudes o contratos. Al emplear esta tecnología emergente, se pueden reducir los errores comunes hasta en un 95 % y aumentar la productividad hasta un 30 %. Esta tecnología es muy usada sobre todo en bancos, oficinas gubernamentales y empresas que procesan grandes volúmenes de documentos, pero los usuarios finales, como clientes que reciben respuestas rápidas a solicitudes, no son conscientes de los procesos detrás. Un ejemplo claro de ello son las solicitudes de préstamos. Cuando una persona hace una solicitud de préstamo en línea, el IDP verifica todos los documentos en segundos, agilizando dicho trámite sin que la persona note toda la complejidad tecnológica involucrada.

Tecnologías Verdes y Sostenibilidad

Las tecnologías verdes, enfocadas en reducir el impacto ambiental, operan de manera invisible en muchos aspectos de nuestra vida moderna. Los centros de datos, que consumen el 20% de la electricidad mundial, han adoptado sistemas de refrigeración líquida y energías renovables para minimizar su huella de carbono. Por cierto, estas estrategias pueden reducir los costos operativos en un 20%, beneficiando a empresas y usuarios sin que estos últimos perciban el cambio.