Martin Scorsese: cinco películas que tienes que ver y lo que viene

Hay directores de cine y hay leyendas vivas del séptimo arte. Martin Scorsese pertenece al segundo grupo desde hace varias décadas. Con más de 50 años haciendo cine de manera ininterrumpida, el neoyorquino ha construido una filmografía extensa que define en gran medida lo que entendemos por cine estadounidense moderno. Sus películas hablan de poder, culpa, violencia y redención, temas universales que no pasan de moda porque son parte de lo que somos como sociedad.

Si todavía no has visto su trabajo o quieres revisitarlo con ojos frescos, aquí van cinco películas esenciales que explican por qué este señor de más de 80 años sigue siendo completamente relevante en el panorama cinematográfico actual.

Taxi Driver (1976)

Travis Bickle es un veterano de la guerra de Vietnam que trabaja como taxista nocturno en las calles de Nueva York. La ciudad lo consume lentamente, la soledad lo destruye por dentro y poco a poco se hunde en una espiral de paranoia y violencia. Robert De Niro creó un personaje icónico que sigue siendo referencia cultural casi 50 años después de su estreno. La famosa escena del espejo con el "You talkin' to me?" es probablemente una de las más imitadas de toda la historia del cine.

Raging Bull (1980)

Para muchos críticos especializados, esta es la mejor película de toda la carrera de Scorsese. Jake LaMotta era un boxeador con talento para destruir todo lo que tocaba, incluyéndose a sí mismo fuera del ring. De Niro engordó más de 30 kilos para interpretar al personaje en sus últimos años de vida, algo que en ese entonces era impensable en Hollywood. El uso del blanco y negro le da una estética atemporal que hace que la película se sienta tan fresca hoy como cuando se estrenó.

Goodfellas (1990)

Si El Padrino es la gran ópera sobre la mafia italiana, Goodfellas es el documental callejero crudo y sin filtros. Henry Hill nos cuenta su vida como mafioso menor con un ritmo narrativo que no te deja respirar. Joe Pesci está aterrador en su papel, Ray Liotta está perfecto como protagonista y el famoso plano secuencia entrando al club Copacabana por la cocina sigue siendo estudiado en escuelas de cine de todo el mundo. Es una película que puedes ver diez veces y siempre encuentras algo nuevo.

Casino (1995)

Esta película es como la hermana glamorosa de Goodfellas. Mientras aquella mostraba las calles de Nueva York, Casino nos lleva al desierto de Las Vegas en los años setenta, cuando la mafia controlaba todo lo que pasaba detrás de las luces de neón. De Niro interpreta a Sam Rothstein, un experto en apuestas deportivas que termina manejando uno de los casinos más grandes de la ciudad. La estética visual es puro lujo y exceso, los trajes son impecables en cada escena y Sharon Stone entrega una actuación que le valió una nominación al Oscar. Para quienes han navegado alguna vez por Casino777 online, esta película muestra cómo era ese mundo antes de que existiera internet.

The Departed (2006)

Después de años siendo ignorado en los premios Oscar, Scorsese finalmente ganó con este remake de la película hongkonesa Infernal Affairs. Leonardo DiCaprio y Matt Damon juegan un tenso juego del gato y el ratón: uno es policía infiltrado en la mafia irlandesa, el otro es mafioso infiltrado en la policía de Boston. Jack Nicholson está completamente desatado como el villano principal y los giros del final te dejan con la boca abierta.

¿Qué viene para Scorsese?

A sus más de 80 años de edad, el director no muestra señales de querer retirarse. Actualmente está trabajando en una película sobre la vida de Jesús que promete ser más personal que estrictamente religiosa, tiene planes confirmados de volver a colaborar con Leonardo DiCaprio y sigue produciendo documentales sobre música y preservación del cine clásico. Las plataformas de streaming como Netflix y Apple le dan presupuestos grandes y libertad creativa, algo que Hollywood tradicional ya no ofrece a directores de su perfil.

Scorsese ya tiene su lugar asegurado en la historia del cine mundial. Pero lo interesante es que sigue creando nuevas obras, sigue arriesgándose con proyectos ambiciosos y sigue demostrando que la edad no tiene nada que ver con la capacidad de contar historias que importan y resuenan con las audiencias de cualquier generación.