Bad Bunny comparte la ‘esencia boricua’ con concierto mundial

El “Conejo Malo” cerró su residencia en El Choliseo con un show transmitido en vivo a millones de espectadores.

Bad Bunny convirtió a Puerto Rico en el epicentro de la música latina la noche de este sábado 20 de septiembre, al despedirse de su histórica residencia en el Coliseo José Miguel Agrelot con el espectáculo No Me Quiero Ir de Aquí: Una Más, transmitido en directo a nivel mundial a través de Prime Video, Amazon Music y Twitch.

El concierto, que arrancó poco después de las 17:40 horas (tiempo de Sonora), marcó el cierre de una serie de 30 presentaciones agotadas que iniciaron el pasado 11 de julio y que reunieron a más de 600 mil asistentes. De esos shows, nueve fueron dedicados exclusivamente a residentes de la isla, reforzando el vínculo del artista con su público local.

El 'Conejo Malo' abrió la velada vestido de blanco y con una pava (sombrero tradicional puertorriqueño), interpretando temas como 'Alambre Púa', 'El clúb', 'La santa' y 'El apagón', entre otros.

En uno de los momentos más vibrantes de la noche, el cantante encendió al público al recordarles la fuerza de su identidad:

“¿Dónde está la gente de PR en la casa? No, no, no, no, no, yo necesito sentirlo. ¿Dónde está la gente de Puerto Rico esta noche? Ustedes tienen la responsabilidad de la noche. Porque tú, el que está aquí, que sea boricua, tiene que hacerse sentir.”

Más adelante, frente a una audiencia que sabía que lo observaba el mundo entero, insistió en el poder de representar a la isla en el escenario global:

“Donde quiera que vamos nos hacemos sentir, así que tienen que mantener la energía de un boricua. Durante toda la noche, no nos vamos a quitar. Y nos están viendo en el mundo entero, ustedes lo saben, ¿verdad? (…) Y mucha gente del mundo entero ya vio cómo es PR, pero esta noche van a ver la verdad, así que... Gracias por estar aquí. Vamos a pasarla bien.”

El espectáculo también tuvo un matiz conmemorativo, pues coincidió con el octavo aniversario del huracán María, tragedia que en 2017 obligó a más de 100 mil puertorriqueños a dejar su tierra.

El alcance económico y cultural de esta residencia fue monumental: según Forbes, generó entre 186 y 250 millones de dólares, impulsó a restaurantes, hoteles y comercios locales, y creó más de 3,600 empleos directos, consolidando a Bad Bunny no solo como un ícono musical, sino también como motor de desarrollo para la isla.

Con canciones como Si estuviésemos juntos, Ni bien ni mal, Tití me preguntó, Neverita, Si veo a tu mamá y La romana, el intérprete reafirmó su estatus de fenómeno global.

Tras este cierre en San Juan, el artista dará inicio en noviembre a una gira mundial que lo llevará por ciudades de Europa, América Latina y Asia.