Germaine Valentina viraliza su traición en ‘Que vivan los novios’

La cumbia norteña de la cantante venezolana pone ritmo al desengaño amoroso.

Cuando el corazón se rompe, el dolor puede convertirse en música. Así nació 'Que vivan los novios', el nuevo sencillo de Germaine Valentina, una canción inspirada en una historia real de traición amorosa que mezcla desahogo, ironía y ritmo norteño. 

Lo que empezó como un impulso íntimo de sanación terminó por conectar con millones de personas que han vivido desilusiones similares.

En entrevista para e Media, la cantautora venezolana contó que la canción surgió de una situación inesperada: el primer amor de Germaine se casó poco tiempo después de terminar su relación… con su prima, en un matrimonio arreglado entre familias. 

“El día que yo me enteré de eso agarré un cuaderno y fue mi manera de canalizar mis emociones. No soy una persona que exprese muy fácilmente sus sentimientos y desde siempre lo he hecho escribiendo”, relató.  

La reacción instintiva, casi terapéutica: una catarsis hecha música: “Cuando ya me desahogué, cuando ya escribí la canción, dije wow, quizás esto no es solo la historia mía, sino le ha pasado a muchas personas que quizás se sienten como yo y decidí sacarla”

Conquista al público con su historia

Lejos de quedarse en lo privado, la venezolana decidió compartir el tema con su público, descubriendo que no estaba sola. “Pensé que mi historia era loquísima, pero me empezaron a llegar mensajes de gente contándome historias todavía más locas”, relató. 

'Que vivan los novios' se convirtió así en un himno para quienes han sufrido desilusiones amorosas con un giro inesperado: “Qué genial que mi canción esté inspirando a la gente a desahogarse y que ahora tengan algo con qué identificarse”, comentó.

En cuanto al estilo musical, Germaine eligió la cumbia norteña no por azar, sino como un contraste simbólico. “La letra tiene rabia, tristeza, cinismo, pero la música es alegre y bailable. Quise dar el mensaje de que, aunque algo te duela, también puedes sanar bailando. Llorar está bien, desahogarte, pero al final la vida sigue”, explicó.

Desde su estreno, el tema ha superado los tres millones de vistas y ha sido adoptado por miles de usuarios en redes sociales, convirtiéndose en una de las primeras artistas no mexicanas en viralizar una canción de regional mexicano con una propuesta auténtica. 

Para Germaine, este logro tiene un valor especial: “Desde los siete años canto rancheras y norteñas, vestida de charro en Venezuela. El hecho de que hoy en día una canción escrita por mí esté gustando en el género, me hace sentir muy honrada y muy halagada porque México es uno de los países con más talento en el mundo”, añadió. 

El videoclip de 'Que vivan los novios' también está cargado de simbolismo. En él, Germaine irrumpe una boda ficticia como acto metafórico. “Obviamente no lo hice en la vida real, pero a través del arte pude expresar lo que muchos quisieran haber hecho cuando se enteran que su ex se casa. Es una forma de liberar emociones sin hacer daño”, compartió.

Rompe moldes con su estilo

A nivel visual y de imagen, la artista decidió romper con los estereotipos del género. Valentina también confesó que su estética es una respuesta a las críticas y el bullying que recibió de niña por cantar rancheras en Venezuela. 

“Cuando estaba chiquita, utilizaba el traje de charro, pero también fui muy criticada porque era una niña que no sabía de charrería. Quizás a veces se me escapaba algún detalle y no usaba el traje de charro correctamente para algunas personas”, explicó.

Alejada del traje de charro, se presenta con un estilo propio: grandes botas, chonguitos y mucha actitud. “Me inspiré en figuras como Juan Gabriel, que crearon su propia identidad. Yo quiero que mi imagen diga que está bien ser diferente, que está bien ser auténtico”.