Armando Hernández encuentra su mejor versión como papá

El actor asegura que la paternidad lo transformó más que cualquier personaje en su carrera.

La paternidad ha marcado profundamente la vida del actor Armando Hernández quien, a pesar de su amplia trayectoria en cine y televisión, asegura que ser papá es el rol que más lo ha transformado, impulsándolo a asumir una mayor responsabilidad y compromiso con sus hijos.

En entrevista exclusiva para e Media con motivo del Día del Padre, Armando reflexionó sobre la paternidad y cómo su infancia lo llevó a transformarse en el padre que es hoy.

“Para mi ser papá significa tiempo de calidad, amor, cariño, comprensión, empatía, regaños también cuando tienen que ser y estar pendiente de eso”, compartió Hernández quien con más de dos décadas de trayectoria en el cine y la televisión mexicana, ha sabido mantenerse vigente y, al mismo tiempo, preservar su vida personal con gran discreción.

Aunque es conocido por papeles entrañables en películas como 'Amarte duele' o programas como 'Me caigo de risa', el papel más importante para Armando se vive fuera de los escenarios: el de padre. 

La paternidad como motor de cambio

Sobre su infancia y cómo ésta ha influido en su manera de ser padre, Armando Hernández fue honesto al reconocer que sus vivencias pasadas jugaron un papel crucial en su transformación personal. “Las experiencias de vida que tuve en mi infancia, y después, cuando tuve la bendición de ser padre, hicieron que una de mis principales preocupaciones fuera precisamente eso: que lo que yo haga a partir de ahora será el reflejo y la educación para mi hijo”, señaló.

Ese cambio no fue inmediato, pero sí profundo. “A partir de ahí hubo un proceso en mí. No es que antes no fuera responsable, pero me hice más consciente, más responsable”

Para él, muchas de sus decisiones ahora están ligadas directamente al bienestar de sus hijos.

“Tomé más cartas al asunto en cuestiones de lo que iba a empezar a hacer con mi vida, hacia dónde iba, que quería hacer, lo que quería proyectar también con mi carrera. Algunas o si no es que todas las decisiones que tomo a partir de que me convertí en papá son a raíz de lo que pueda repercutir en mis hijos”, añadió.

Papá antes que actor

La historia de amor entre Armando Hernández y su esposa, Stephanie Márquez, comenzó en Querétaro en 2007, cuando coincidieron en un café y conectaron de inmediato. Apenas cuatro días después, decidieron vivir juntos y, tiempo más tarde, durante un viaje a Las Vegas, contrajeron matrimonio. Aunque han pasado más de 15 años desde entonces, la pareja ha sabido mantener su relación alejada del ojo público y con total discreción.

Sus hijos, Claudio y Lucía, han seguido el ejemplo de discreción, aunque su hijo mayor ha comenzado a incursionar en el mundo de la actuación.

A pesar de su ocupada agenda como actor, sabe dar prioridad a su familia. Cuando está lejos por trabajo, valora especialmente los momentos que puede compartir con sus hijos. “Realmente, digo, tengo una carrera que me encanta, me apasiona y que me da muchas oportunidades de estar aquí y allá viajando, pero cuando tengo espacios, lo primero que hago es estar con mis hijos para darles ese tiempo de calidad y lo disfruto mucho”.

Armando comenta que, en esos espacios, trata de aprovechar cada minuto. “Inclusive, procuro que en esos días o en ese tiempo hagamos de todo un poco para pasarlo muy bien”, agregó.

A los papás sonorenses, Armando dejó un mensaje en el que destacó que es de los mejores trabajos en la vida: “Abracen a sus hijos, disfruten a su familia, de verdad, es una etapa bien bonita. No nacemos siendo papás, aprendemos a hacerlo. Es algo que nadie te lo explica, pero realmente yo creo que es uno de los mejores trabajos que puedes tener en la vida”.