Sucia desaparición de 36 inelegibles
"Sucia desaparición de 36 inelegibles", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón
Con lo exhibido antier y ayer en el Instituto Nacional Electoral se confirma que el domingo 1 de junio culminó un perverso proceso aviesa y cínicamente antidemocrático, manipulado por el oficialismo.
Sin acuerdo el miércoles, este jueves tampoco pudo resolverse si se debe o no reconocer el triunfo de 37 magistrados y magistradas que no cumplieron los requisitos de haberse titulado con calificación mínima de ocho y de nueve en alguna especialidad, lo cual revela que los irresponsables comités de selección de los poderes Ejecutivo y Legislativo pasaron por alto esa condición que, con la reforma del obradorato al Poder Judicial, quedó literalmente plasmada en la Constitución.
El Instituto intentará superar este otro bochornoso tropiezo en un máximo de seis días (miércoles próximo), comprometiéndose a revisar no solo esos 37 casos, sino los más de 800 de los presuntos ganadores en la demencial elección de jueces, magistrados y ministros.
Como recordó Jannete López Ponce en el noticiario de Carlos Zúñiga en MILENIO TV, la obligación del INE es darle certeza a las elecciones, pero en esta simplemente no pudo hacerlo. ¿Cómo se incubó el nuevo huevo de la serpiente después de que seis contra cinco consejeros avalaron los acordeones con que se cometió el más descarado fraude electoral que se recuerde?
El miércoles, tras el hallazgo de las bajas calificaciones, se produjo una gran discusión entre los consejeros, y la presidenta Guadalupe Taddei ordenó un receso que se prolongó cinco horas. Al reanudarse la sesión, la señora se sacó de la manga un truco tan burdo que ofendería a los magos de ferias pueblerinas: dijo que su área jurídica (suya porque solo ella designó un encargado del despacho ante la imposibilidad de lograr un acuerdo colegiado), aplicando una indescifrable y misteriosa “metodología”, desapareció a 36 de los inelegibles y redujo el problema a uno solo.
La “jurídica”, pero tramposa, “metodología” resultó tan maromera y marrana que concedía calificaciones “equivalentes” y superiores a las que los interesados presentaron. Como los restantes consejeros desconocían la sospechosa “metodología”, Taddei se comprometió a entregárselas y citó a sus pares a las diez de la mañana de ayer.
Los consejeros recibieron la receta “jurídica” después de las siete de la mañana y, como era de esperarse, en la sesión volvieron a surgir las discrepancias. Lo único que pudieron acordar fue que el Consejo General determinará si, en los casos de los inelegibles, el triunfo se le dará a los segundos lugares o si los cargos se declararán vacantes.
Entre tanto, en su “mañanera del pueblo”, la presidenta Sheinbaum se vio en apuros para tratar de justificar la indecente elección y afirmar que —a pesar de que quienes fueron a votar sumaron algo menos de 10 millones de ciudadanos porque casi tres millones de boletas terminaron siendo anuladas— el peligroso futuro Poder Judicial es el que quiso el pueblo…
Carlos Marín
cmarin@milenio.com