Albania nombra ministra de IA

"Albania nombra ministra de IA", escribe Marco A. Paz Pellat en #ElPoderdelasIdeas

Albania sorprendió al mundo al nombrar a Diella, una inteligencia artificial, como ministra de Contrataciones Públicas. Con esta medida, el primer ministro Edi Rama busca usar la tecnología para combatir la corrupción, reforzar la transparencia y modernizar de raíz el sistema de compras del Estado.

Diella -“sol” en albanés- ya funcionaba desde enero como asistente virtual en la plataforma e-Albania. En pocos meses atendió más de un millón de consultas ciudadanas y facilitó la emisión de decenas de miles de documentos digitales. Ahora su papel es mucho más ambicioso: supervisar y adjudicar las licitaciones públicas con la meta de que sean cien por ciento libres de corrupción.

Para entender la magnitud de este experimento basta comparar escalas. Albania tiene unos 2.4 millones de habitantes, y su economía equivale a apenas el 1.5 % del PIB mexicano. Ese tamaño menor le permite convertirse en un laboratorio ideal para probar innovaciones institucionales que, si funcionan, podrían replicarse en países más grandes.

El nombramiento de Diella se apoya en una estrategia digital agresiva. Albania ya ha digitalizado más del 95 % de sus servicios mediante el portal único e-Albania, con firma electrónica y expedientes en línea. Ahora, la “ministra” IA se convierte en la pieza clave de ese ecosistema: evaluará ofertas de licitación con criterios objetivos, automatizará procesos desde la convocatoria hasta la adjudicación, registrará digitalmente cada decisión para auditorías internas y externas y detectará conflictos de interés antes de otorgar contratos. Con ello se busca reducir sobornos, adjudicaciones directas injustificadas y proveedores sin credenciales, reforzando la integridad del sistema y la confianza ciudadana.

Las expectativas son altas. El gobierno quiere bajar el porcentaje de licitaciones con un solo postor, acortar los tiempos de adjudicación, obtener mejores precios gracias a la competencia y dar el ejemplo al resto de la administración para acelerar la digitalización y la apertura de datos. Si se cumple, Albania podría demostrar que la IA es capaz de transformar, en tiempo real, la transparencia y la eficiencia del Estado.

Pero el éxito dependerá de varios factores: mantener responsabilidad humana final en caso de errores, garantizar que el algoritmo sea transparente y auditable, blindarlo contra ciberataques y contar con un marco legal sólido que respalde su legitimidad. También será crucial la calidad de los datos y la aceptación pública.

Aunque Albania es mucho más pequeña que México, su experiencia puede dejar lecciones valiosas. Si Diella cumple su promesa, podría servir de modelo replicable para nuestro

país, donde existen mayores capacidades institucionales, pero también riesgos de corrupción más complejos.

El caso albanés será un experimento a seguir de cerca para entender hasta dónde puede llegar una inteligencia artificial bien regulada en el corazón del gobierno.