Cardiología, al borde del infarto
"Cardiología, al borde del infarto", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado
No, no hay nepotismo, pero todo queda en familia.
Florestán
El domingo, el director del Instituto Nacional de Cardiología, una institución médica de clase mundial, emitió un comunicado interno dirigido a la comunidad institucional, en el que informaba que durante 2024, el último año de gobierno de López Obrador, había efectuado reducciones al presupuesto y múltiples restricciones a la gestión de contrataciones lo que había afectado la adquisición de los insumos necesarios para el buen funcionamiento del instituto, para la atención de pacientes, un ámbito laboral propicio y la obra en proceso de construcción.
El doctor Jorge Gaspar Hernández, director general, agregaba: "El presente comunicado tiene el objetivo de informar a ustedes la crítica situación que atravesamos y para la cual solicito su comprensión y solidaridad durante esta fase: la dificultad de obtener dispositivos médicos y alimento adecuado para el personal".
Y remataba diciendo: "También deseo manifestar el compromiso de la directiva de perseverar en implementar las estrategias para solventar con anticipación las carencias y obstáculos a los que nos enfrentamos con la firme resolución de salir adelante.
Cuando se conoció este devastador diagnóstico de Cardiología, producto de la desastrosa política de Salud de López Obrador y su cuento de tener un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, su mismo director pareció sorprenderse porque se hiciera público e hizo otro, dijo, "ante algunas referencias erróneas que pueden confundir al público".
Y afirmó que el instituto funciona a su máximo y no está colapsado; que el informe era para poner un alto a los rumores nocivos e infundados e informar que "estamos trabajando para resolver la situación (sic) y solicitar la solidaridad y el cierre de filas de todos los que forman esa institución".
Yo respeto al doctor Jorge Gaspar Hernández, a todo el personal de esa institución de excepción, pero debo apuntar que Cardiología es otra víctima del desastre de las políticas de Salud de López Obrador.
Aunque ahora lo quieran suavizar.
RETALES
1.- CRIMINAL. Trece menores murieron en hospitales del gobierno del Estado de México, contagiados por la bacteria Klebsiella oxytoca, provocada por la contaminación de soluciones intravenosas de alimentación parenteral. El doctor David Kershenobich se desmarcó de la información estatal e investigará. No puede haber impunidad ante la negligencia médica criminal;
2.- COMADRITAS. Ahí queda el testimonio de Fernández Noroña diciendo que Javier Corral, ya morenista por la impunidad, es un malagradecido, después de que Morena lo salvara de la cárcel, lo que es verdad. Es prófugo de la justicia en Chihuahua; y
3.- LISTO. La Defensa ya terminó el tramo siete del Tren Maya, con lo que ha cerrado el circuito, obra que el fin de semana inaugurará la presidenta Sheinbaum.
Nos vemos el martes, pero en privado.