'Antes de dos semanas' el cara a cara entre Putin y Zelenski

"‘Antes de dos semanas’ el cara a cara entre Putin y Zelenski", escribe Irene Selser en #Entrevías

Mientras Rusia intensificaba la semana pasada sus ataques contra Ucrania, la prensa de ambos países informó este martes sobre un aumento similar en las negociaciones entre asesores y diplomáticos, encaminadas a definir la fecha y el lugar de la esperada reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski. Este encuentro precedería a una cumbre trilateral que incluiría al mandatario estadounidense Donald Trump, promotor de estas conversaciones.

Tanto Putin como Zelenski han manifestado su disposición a un cara a cara tras reunirse por separado con Trump, luego de 42 meses de conflicto desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022. El saldo en víctimas es alarmante: casi 1.4 millones de soldados muertos o heridos en ambos bandos, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington (CSIS) y 10 millones de desplazados ucranianos dentro y fuera del país.

El esperado diálogo bilateral surge tras los encuentros ocurridos en Alaska entre Trump y Putin, el viernes 15 de agosto y el de Trump con Zelenski, el lunes 18 en la Casa Blanca, seguido de una reunión ampliada ese mismo día con una comitiva de representantes europeos preocupados por las garantías de seguridad para Ucrania una vez que se firme la paz.

Los líderes de Alemania, Francia, Reino Unido, Finlandia, Italia, la Comisión Europea y la OTAN acudieron a Washington en muestra de apoyo a Zelenski, quien se reunió en privado con Trump en el Despacho Oval en un ambiente “relajado”, según declaraciones del propio ucraniano. Esto contrastó con el trato recibido en febrero, cuando Trump y su vicepresidente, JD Vance, le recriminaron por no “agradecer” el apoyo estadounidense.

Según el canciller alemán Friedrich Merz, integrante de la comitiva europea, Putin aceptó entrevistarse con Zelenski “en las próximas dos semanas”. Por su parte, Zelenski expresó su anuencia y planteó una reunión “sin condiciones”.

A pesar de las concesiones claras hechas por Trump a Putin en su encuentro en la base aérea de Elmendorf-Richardson, en Anchorage, Alaska, Zelenski agradeció al republicano su papel como mediador. Trump aceptó la posición de Putin de negociar directamente un acuerdo final sin declarar un alto al fuego previo, como planteó Zelenski y respaldó sus demandas de cesiones territoriales (Crimea y Donbás), así como el no ingreso de Ucrania a la OTAN, uno de los motivos de la guerra.

Según James Landale, corresponsal diplomático de la BBC en Washington, los líderes europeos no sólo buscaban mostrar respaldo a Zelenski y evitar un nuevo altercado en el Despacho Oval, sino que su objetivo principal era “impedir que Trump amenace la seguridad europea a largo plazo tras su abrupto cambio de rumbo sobre cómo poner fin a la guerra en Ucrania”.

Al respecto, el Wall Street Journal informó que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, liderará un grupo para diseñar las garantías exigidas por Europa, protegiendo a Ucrania sin implicar su adhesión a la OTAN. Estas garantías incluirían la creación de una fuerza europea combinada (Francia, Reino Unido y Alemania) con respaldo aéreo de Estados Unidos, monitoreo del alto al fuego y suministro de armamento.

La gran interrogante sigue siendo la integridad de Ucrania, cuando Rusia ocupa actualmente cerca de 20% de su territorio (27% en 2023). Zelenski ha rechazado entregar el Donbás bajo cualquier acuerdo que implique pérdida de soberanía. Encuestas recientes indican que cuenta con el apoyo de 50-60% de la población de esta estratégica región del este, que comparte su rechazo.

El Donbás ocupa unos 52 mil km² y está compuesto por las provincias de Donetsk y Luhansk, que suman 9% del territorio ucraniano (unos 603 mil km²). En 2014, sectores de ambas provincias fueron ocupados por fuerzas separatistas prorrusas,y Moscú las reconoció como “repúblicas independientes”. Desde 2022, Rusia proclamó la anexión de estas provincias, aunque sólo controla entre 60 y 70% de su superficie.

Clave por su peso industrial, el Donbás (al igual que Crimea) alberga importantes depósitos de minerales estratégicos, incluyendo litio, grafito, uranio, titanio, manganeso y tierras raras. De ahí el interés de Trump, quien en abril presionó a Zelenski a firmar un acuerdo que otorga a Estados Unidos acceso preferencial a futuros proyectos mineros en Ucrania, bajo riesgo de perder la ayuda militar.

Con alrededor de cuatro millones de habitantes (tres millones menos que en 2001 debido a la guerra y el éxodo), el Donbás recibió miles de migrantes rusos durante la época zarista y soviética, atraídos por la industrialización intensiva. Actualmente, 75% de la población es rusohablante, aunque hay mayoría de población ucraniana (58%) y minoría rusa (38%). Una encuesta de Gallup de 2024 indicó que, entre quienes desean un fin negociado al conflicto, 52% estaría dispuesto a aceptar algunas concesiones territoriales, frente a 38% que se opone. En el primer año de guerra, 82% de los ucranianos se oponía a cualquier cesión territorial.

En el caso de Crimea, conquistada en 1774 por el Imperio ruso y cedida a Ucrania en 1954 por Nikita Jrushchov, fue anexada ilegalmente por Putin en 2014 bajo el argumento de su pertenencia a la Gran Rusia. A diferencia del Donbás, en Crimea existe una mayoría pro Rusia antes y después de 2014, con 58% de rusos étnicos favorables a integrarse a Moscú. Esto ha permitido a Putin usar Crimea como argumento para justificar su política respecto al Donbás.

Según estimaciones del Gobierno ucraniano, la ONU y el Banco Mundial, reconstruir el país requerirá unos 525 mil millones de dólares durante la próxima década. Hasta ahora, Ucrania ha gastado 100 mil millones de dólares en la compra de armamento a Estados Unidos, que, aun si se firma la paz, seguirá lucrando con el fantasma de la guerra.

De acuerdo con Zelenski, el costo de obtener garantías de seguridad de Estados Unidos incluiría el compromiso de comprar al país 90 mil millones de dólares en armas, principalmente aviones y sistemas de defensa aérea y otros 50 mil millones para que el Pentágono se integre al avanzado programa de drones de Ucrania (Financial Times).