La Unión Europea cede ante Trump con un acuerdo negativo y desigual

"La Unión Europea cede ante Trump con un acuerdo negativo y desigual", escribe Irene Selser en #Entrevías

“Fue un día oscuro”, resumió el primer ministro francés, François Bayrou, al ser preguntado sobre el acuerdo comercial marco acordado el domingo pasado en Escocia entre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el mandatario estadounidense, Donald Trump. Algo menos críptico, el canciller alemán Friedrich Merz, calificó lo sucedido como “lo mejor que se pudo lograr, considerando la posición de partida que tenía la comunidad europea con Estados Unidos”, si bien aceptó que habrá “daños considerables” a las economías del bloque.

Aún quedan por definir muchos aspectos, pero en lo sustancial el acuerdo supone un arancel general de 15% para la mayoría de las exportaciones a EU de los 27 países de la Unión Europea, incluyendo automóviles. Europa aspiraba a mantener la cifra en un 10%.

“No se trata sólo de comercio. Se trata de seguridad. Se trata de Ucrania. Se trata de la actual inestabilidad geopolítica”, dijo el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, saliendo al paso de las críticas de asociaciones empresariales, políticos y prensa que fustigaron el pacto por “desigual y con repercusiones negativas” para el mayor mercado unificado del planeta, con un PIB equivalente a casi 20% de la economía mundial. Francia y Hungría criticaron abiertamente el resultado y el resto de los estados lo aceptaron con reservas.

Según la Comisión Europea, el acuerdo tiene también una dimensión geopolítica ya que Europa comprará a EU energía como gas, petróleo y combustible nuclear, así como chips de inteligencia artificial por un valor total de 750 mil millones de dólares. Adicionalmente, invertirá otros 600 mil millones de dólares en EU y comprará al país material de defensa.

El pacto representa un nuevo triunfo para Donald Trump, que hace un mes logró que los 32 países de la alianza militar atlántica OTAN (menos España) aceptaran en un giro histórico su exigencia de aumentar el gasto en Defensa hasta 5% del PIB de aquí a 10 años; un alza sustancial respecto de la meta actual de 2% y que no sólo acelerará la carrera armamentista sino que se prevé tendrá un impacto en la economía europea en general, y en particular en el tema de los impuestos y recortes en áreas prioritarias del gasto público como salud y pensiones.

En entrevista con la televisora alemana Deutsche Welle (DW), Elvire Fabry, investigadora del Instituto Jacques Delors, dijo que es difícil calificar de negociaciones las conversaciones de las últimas semanas. La UE “tenía las manos atadas” por su dependencia de las garantías de seguridad de Estados Unidos, ya que Europa requiere de su apoyo a Ucrania. Añadió que un problema adicional fueron los diferentes intereses de los estados miembros y su falta de unidad para responder a presiones con contramedidas de gran alcance.

Para la analista política Penny Naas, del German Marshall Fund, la promesa de comprar energía, chips de inteligencia artificial y armas a EU, además de materias primas críticas, demuestra el grado de dependencia de Europa de su principal aliado comercial. “Comprar a Estados Unidos es la mejor de todas las malas soluciones”, dijo Naas y confirma que la UE no ha alcanzado su autonomía estratégica.

Como era de esperarse, para el magnate republicano el acuerdo es “el mayor jamás realizado” y adelantó un posible arancel global “de 10 a 15%” a partir del 1 de agosto para todos aquellos países que aún no han negociado con su administración.

En defensa del pacto, Ursula von der Leyen dijo que este genera “certidumbre en tiempos de incertidumbre”, a la vez que brinda estabilidad y previsibilidad a las empresas de ambos lados de la mayor relación comercial del mundo, con un valor de 1.7 billones de dólares.

Tampoco está claro, sin embargo, el tema de los aranceles agrícolas, si habrá o no impuestos a las bebidas alcohólicas y si el arancel estadounidense mundial de 50% al acero y el aluminio seguirá aplicándose a Europa. Según Von der Leyen, en este último caso ambas partes volverían a las cuotas históricas con aranceles más bajos.

En opinión de Paul Taylor, investigador y columnista del diario The Guardian sobre asuntos europeos y de seguridad, la representante Von der Leyen “capituló” ante Trump frente a un acuerdo extremadamente desigual, en el que la mayoría de los productos de la UE se enfrentarán a aranceles mucho más altos que los de los productos estadounidenses en Europa. Esto, dice Taylor, “no sólo es humillante, sino que no impide una guerra comercial transatlántica”.

“Es la segunda vez que Trump usó amenazas y fanfarronería para extorsionar a países europeos tímidos, desesperados por evitar una retirada total de Estados Unidos ante la amenaza de Rusia al continente”, añadió Taylor en alusión a la guerra del presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania y a la aceptación de la OTAN de aumentar el gasto en armamento.

Para el analista, ambas negociaciones “se caracterizaron por la indignidad de los funcionarios europeos ante el ego desmesurado del Presidente estadounidense y por su renuencia a cuestionar o corregir incluso sus falsedades más flagrantes durante sus angustiosas apariciones conjuntas ante los medios”. Tras seis meses de intimidación por parte de Trump, agregó, “los europeos han accedido a un acuerdo provisional que penaliza a sus exportadores y compromete al mayor bloque comercial del mundo a comprar cientos de miles de millones de dólares en combustibles fósiles y armas estadounidenses durante su presidencia, en lugar de arriesgarse a los aranceles generalizados de 30% con los que había amenazado a partir del 1 de agosto”.

Sobre el papel desempeñado por la política y médica alemana Von der Leyen, de 66 años, nacida en Bélgica, que protagonizó la cita con Trump a nombre de 450 millones de europeos, Taylor resumió: “En una situación que difícilmente podría haber sido más humillante (ella) tuvo que volar a Escocia y esperar a que el Presidente y su hijo terminaran su partida de golf, para luego soportar sus alardes sobre la magnificencia del dorado salón de baile de Donald J. Trump donde se reunieron”.