¿Y si los Brics terminan en la Cumbre de Río con el dominio del dólar?
"¿Y si los Brics terminan en la Cumbre de Río con el dominio del dólar?", escribe Irene Selser en #Entrevías
Ante el vertiginoso cambio en el orden global al que estamos asistiendo bajo el imperio a trompicones de Donald Trump, todo es posible. Incluso, que algunas de las grandes economías del mundo, como Rusia, China, India y Brasil que integran los Brics, avancen un paso más en el camino de terminar con el dominio internacional del dólar. Esto pese a la amenaza expresa del mandatario republicano que en febrero pasado les advirtió con imponer “aranceles de 100%” a los países de esa alianza si intentaban hacerlo.
La advertencia quedó en parte rebasada este lunes, con el anuncio de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavit, quien confirmó que Estados Unidos empezará a cobrar de inmediato aranceles de 104% sobre algunos productos de China, su principal socio comercial y el mayor exportador del mundo, luego de que Pekín decidiera plantar cara a las “extorsiones” de Washington imponiendo a su vez gravámenes a productos estadunidenses. Y si bien Trump “tiene una resistencia de acero y no se va a quebrar”, según palabras de la misma Leavit, también China está dispuesta a “pelear hasta el final”.
“La amenaza de Estados Unidos de aumentar los aranceles a China es un error tras otro”, declaró su Ministerio de Comercio en un comunicado tras el anuncio del lunes, y agregó que la medida “expone una vez más la naturaleza chantajista de Estados Unidos. China nunca la aceptará. Si Estados Unidos insiste en seguir su propio camino, China luchará hasta el final”. A través de la oficial Agencia de Noticias Xinhua, el gobierno de Xi Jinping calificó asimismo de “completamente absurda” la lógica de Washington: “Yo te puedo golpear a mi voluntad y tú no puedes responder. En cambio, debes rendirte incondicionalmente. Eso no es diplomacia. Es extorsión torpe disfrazada de política”.
Más allá de que Pekín desee o no una guerra comercial con Washington, que, por supuesto no desea, es clara su disposición a no ceder, buscando incluso cómo sacar provecho frente al caos comercial alentado por Trump.
Al respecto, faltan escasos 90 días para que se realice en Río de Janeiro, el 6 y 7 de julio, la cumbre de jefes de Estado de los veinte países que integran la alianza Brics, bajo la presidencia rotativa de Brasil y del Gobierno de Lula de Silva, y además de enfocarse en impulsar la cooperación entre países del sur global y la reforma de las instituciones multilaterales, la cumbre adelantó que discutirá el uso de las monedas locales en las transacciones y el desarrollo de “otros medios de pago”. De paso, el presidente Lula da Silva también se ha dicho dispuesto a enfrentar las medidas de Trump y el lunes reiteró que la economía de su país volverá a crecer más de lo previsto este año: “Aunque el presidente Trump diga lo que quiera decir, Brasil está seguro”, dijo y destacó que “tenemos un colchón de 350 mil millones de dólares, que le da a Brasil una cierta tranquilidad”, gracias a las medidas recientes para estimular el crédito y el consumo. “No dependemos de nadie. No dependemos de Estados Unidos, no dependemos de China, no dependemos de África, solo dependemos de nosotros, los brasileños”.
La alianza Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica) se creó en 2008 como una asociación y foro político y económico de países emergentes como paradigma de la cooperación SUR-SUR y alternativo al dominio del grupo de las siete principales economías más desarrolladas (G7). Según el Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia, el volumen comercial mutuo entre los países Brics es de unos 678 mil millones de dólares al año, cerca de 24% del comercio mundial, incluyendo a sus otros miembros de pleno derecho, Emiratos Árabes, Irán, Etiopía, Egipto en Indonesia.
A propósito de la desdolarización, el diario pro oficialista Izvestia, editado en San Petersburgo, se pronunció este martes en un amplio reportaje escrito desde Moscú por una posible “fusión y promoción” de los Brics con los mercados de la OCS, la Organización de Cooperación de Shanghái, que juntos representan 40% de la economía mundial. Como fuente, Izvestia cita solo a la “Secretaría de la OCS”, la cual plantea que “un espacio comercial común podría ayudar a los países a lidiar con los efectos de las duras políticas arancelarias estadounidenses y acelerar la desdolarización”. El texto, firmado por tres reporteras, se pregunta si “es capaz una unión así de convertirse en una alternativa a la Organización Mundial de Comercio (OMC)” y si podrían fusionarse los mercados de los Brics y la OCS, que incluye además de Rusia, China India e Irán (BRISC) a Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Pakistán.
El periódico adelanta la respuesta, “sí”, dice, porque ambas organizaciones no sólo cubren una geografía muy amplia, sino que “tienen metas y objetivos similares encaminados a promover la prosperidad y el bienestar de los pueblos de los países participantes”.
Izvestia añade que tanto los Brics como la OCS buscan transitar hacia la libre circulación de bienes, “además de que ambas asociaciones llevan tiempo pensando en crear un sistema de pago único; ambas estructuras continúan trabajando para aumentar la participación de las monedas nacionales en las liquidaciones mutuas”.
Una desdolarización de sus mercados, agrega el texto, hará que sus economías sean menos dependientes de los Estados del G7, principalmente de Estados Unidos, “que utiliza el dólar como arma política. De esta forma, los bancos de los países Brics y de la OCS serán menos dependientes de Washington y de su política de sanciones, en particular si hablamos de unificar mercados”.