¿Cómo recibo la Palabra?
"¿Cómo recibo la Palabra?", escribe Pbro. José Martínez Colín en #VivirenCristiano
1) Para saber
“Tu verdad aumentará en la medida que sepas escuchar la verdad de los otros”, decía Martin Luther King. Es un arte saber escuchar y el Papa León XIV se refirió a ello en su primera audiencia general. Ahí manifestó su deseo de continuar las catequesis jubilares sobre el tema «Jesucristo, nuestra esperanza», que fueron iniciadas por el Papa Francisco.
Siguiendo con las reflexiones sobre las parábolas de Jesús, el Papa explicó que escucharlas nos ayudan a recuperar la esperanza, porque nos muestran cómo obra Dios en la historia. Cada parábola cuenta una historia tomada de la vida cotidiana, pero nos remite a un significado más profundo. La parábola suscita en nosotros interrogantes: ¿Qué le dice a mi vida?
Ahora el Papa quiso reflexionar sobre la parábola del sembrador, que nos muestra cómo la palabra de Dios es esparcida y dependiendo del terreno en el que cae, producirá o no su fruto. Cada palabra del Evangelio es como una semilla que se arroja al terreno, que es nuestro corazón.
2) Para pensar
Hay varias pinturas de Vincent Van Gogh en que representa a un sembrador esparciendo su semilla. El Papa León XIV se refirió a una de ellas, en la que atardece y se ve el sol tras los trigales. Este hermoso cuadro, dice el Papa, nos habla del esfuerzo del campesino, pero llama la atención que, detrás del sembrador, Van Gogh haya representado el trigo ya maduro: “Me parece una imagen de esperanza: la semilla ha dado fruto… En el centro de la escena, sin embargo, no está el sembrador, que está a un lado, sino que todo el cuadro está dominado por la imagen del sol, tal vez para recordarnos que es Dios quien mueve la historia, aunque a veces nos parezca ausente o lejano. Es el sol que calienta la tierra y hace madurar la semilla”.
Esta imagen nos interpela: ¿Qué le dice a mi vida? ¿Cómo dejo que hoy me alcance la palabra de Dios? ¿Qué tipo de terreno soy? ¿Soy fértil? El Papa nos invita a pedirle al Señor la gracia para acoger siempre la semilla, su palabra, y nos convierta en un terreno mejor.
3) Para vivir
Cuando Jesús explica la parábola lo escucha una gran multitud, entre las que hay muchas situaciones diferentes. La palabra de Jesús es para todos, pero actúa en cada uno de manera diferente.
El campesino de la parábola al sembrar no se preocupa de dónde cae la semilla: en el camino, entre las piedras, entre los espinos. Dios arroja la semilla de su palabra sobre todo tipo de terreno, es decir, en cualquier situación en la que nos encontremos: a veces somos más superficiales y distraídos, a veces nos dejamos llevar por el entusiasmo o estamos agobiados por las preocupaciones de la vida, pero también hay momentos en los que estamos disponibles y acogedores: Dios derrama su amor generosamente, no espera a que seamos el mejor terreno, confía en que seremos fértiles. Aquí radica nuestra esperanza: en la roca de la generosidad y la misericordia de Dios, dice el Papa.
Al contar cómo la semilla da fruto, Jesús también está hablando de su vida. Jesús es la Palabra, es la Semilla. Y la semilla, para dar fruto, debe morir. Entonces, esta parábola nos dice también que Jesús está dispuesto a morir para transformar nuestra vida.
Pbro. José Martínez Colín
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