Año 7. AMLO derrotado

"Año 7. AMLO derrotado", escribe Carlos Loret de Mola en #HistoriasdeReportero

En los diez meses que han pasado desde que dejó el poder nos hemos enterado que su secretario de Gobernación -al que llamaba "hermano"- había nombrado como secretario de Seguridad al líder de un cártel. Y eso lo dice el propio régimen, no lo dice la oposición ni la prensa. Nos hemos enterado de que su jefe de Oficina de la Presidencia lavaba dinero para el crimen organizado a través de su casa de bolsa, según acusación directa de las autoridades financieras de Estados Unidos.

La nueva política de seguridad, emanada del gobierno al que él impulsó para quedarse en el poder, ha evidenciado la colusión con los narcos que implicó su estrategia de "abrazos no balazos": ahora se detienen criminales, se extraditan capos, se desarticulan laboratorios de fentanilo (que no existían) y se incautan millones y millones de litros del huachicol -buques, bodegas, refinerías- que él tantas veces dijo que ya se había terminado.

Y además está lo familiar.

Los excesos y excentricidades de su hijo mayor. José Ramón López Beltrán, que sigue presumiendo su vida de millonario.

Peor lo de Andy, porque es su heredero político, al que le dejó el partido y el apellido, al que ha querido encaminar para que se vuelva -como él- presidente de México. El lujoso viaje a Japón, las noches en el exclusivo hotel, la cena de 50 mil pesos y la carta de niño mimado de la política -"extenuantes jornadas de trabajo"- han de tener avergonzado al papá.

¿Con qué dinero paga José Ramón su vida de magnate si no trabaja? ¿De dónde saca Andy para darse esos viajes, esos gastos, esos lujos, si sólo percibe el austero sueldo de dirigente partidista? ¿De qué vivió López Obrador en los trece años que transcurrieron entre que fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México y presidente del país? Lo del dinero en esa familia sigue siendo un gran misterio que AMLO sigue sin poder explicarnos.

Y encima, lo de su esposa, la doctora Beatriz Gutiérrez Müller. Se presentó hace unos meses en las oficinas de la Embajada de España en la Ciudad de México para cumplir con su cita para tramitar la nacionalidad española (eso no lo ha desmentido). Se ha filtrado que solicitó su cita sin influencias de por medio, se formó afuera del edificio diplomático y procedió a pedir que le den la ciudadanía española, una nación a la que el obradorato había exigido vehementemente disculparse por la conquista.

Desde lo más íntimo, otra farsa del obradorato quedaba desmontada.

Por no hablar de que choca el Tren Maya, desapareció Segalmex, se diluyó Mexicana de Aviación, convirtieron en bodega la Megafarmacia, está en marcha una macrolicitación para terminar con el desabasto de medicinas, revivieron las estancias infantiles y Hacienda reconoció que nada más en 2024 la deuda creció ¡siete billones de pesos!

No me imagino un peor Año 7 para Andrés Manuel López Obrador.

Su finca en Palenque -cuyo entorno remodeló con miles de millones de pesos del presupuesto- está paulatinamente cambiando su condición de retiro a escondite. Y él se transfigura del exmandatario prudente que no aparece en público al presunto delincuente que no quiere dar la cara.

Carlos Loret de Mola

historiasreportero@gmail.com