Las presiones de Trump asedian a la 4T
"Las presiones de Trump asedian a la 4T", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras
La semana que corre inició con un escalamiento de las presiones políticas y diplomáticas al gobierno de México por la administración de Donald Trump, que con la cancelación de la visa a la gobernadora de Baja California y a su esposo, sumado al cierre de fronteras a las importaciones del ganado mexicano, parece estar apretando a la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum ante la negativa para aceptar la ayuda militar estadounidense en el combate a los cárteles de la droga mexicanos.
No es para nada casualidad que, justo una semana después de que se produjera aquella llamada telefónica en la que Trump le pidió a Sheinbaum que se dejara ayudar con la intervención directa del Ejército de Estados Unidos en el combate a los capos de la droga, algo que la presidenta rechazó y calificó de inaceptable, comenzaran las acciones directas del Departamento de Estado contra políticos mexicanos que pertenecen al partido gobernante, empezando por la morenista Marina del Pilar Ávila, que gobernando al estado que tiene la frontera más transitada con Estados Unidos, hoy no tiene visa, lo que en los hechos significa que no es bienvenida en el país vecino.
La molestia y extrañeza que ha expresado la presidenta Sheinbaum ante el innegable golpe político que le dieron a una gobernadora de su partido —a la que ella defiende y por quien mete las manos al fuego— de muy poco ha servido. A la petición de la mandataria mexicana para que el gobierno de Estados Unidos le explicara las razones para declarar indeseable a una gobernante mexicana, respondió el mismo lunes pasado la Embajada estadounidense en México: “Los registros de visas son confidenciales según la ley estadounidense. Por lo tanto, no podemos discutir los detalles de cada caso de visa”, le declaró a El Universal la vocería de la embajada.
Las reacciones en la 4T, ante lo que empieza a verse como una estrategia directa del Departamento de Estado contra políticos y funcionarios surgidos de su movimiento, van desde las quejas de “violencia política de género” de la gobernadora Marina del Pilar - se victimiza mientras sostiene que todo es un problema “administrativo” y niega tener cuentas bancarias en Estados Unidos-, hasta la defensa presidencial o las declaraciones del líder del Congreso, Ricardo Monreal, que dice que aun cuando existiera una investigación contra la gobernadora de Baja California, primero se tiene que saber por qué la investigan.
Y en medio del escándalo político por el tema de las visas y las pérdidas millonarias que están teniendo diariamente los ganadores del norte de México por no poder exportar su ganado a Estados Unidos, ayer se difundieron versiones de otra presunta cancelación de visa al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, y a su hijo Américo Villarreal Santiago, actualmente delegado del Bienestar en Coahuila. Pero desde la vocería de Seguridad de Tamaulipas se emitió un breve comunicado que sostenía que “es información falsa, no confirmada por ninguna autoridad”.
Más tarde, el mismo gobierno de Tamaulipas, pero ahora con su vocería central reiteró el desmentido en una nueva versión del comunicado en el que fue eliminada la palabra “información falsa”, para decir solamente que “se precisa que es información no confirmada por ninguna autoridad y se recomienda a la ciudadanía no difundir información incorrecta”.
En Baja California, mientras tanto, el escándalo en el estado, cuya economía está estrechamente vinculada con Estados Unidos, siguió creciendo a pesar de los intentos de Marina del Pilar por apagarlo con sus acusaciones de violencia de género. En medio de la crisis empezaron a surgir versiones de que la gobernadora podría solicitar licencia a su cargo al haber perdido la confianza del gobierno estadounidense.
Y es que en su propio gobierno se comenta que la gobernadora fue notificada de la cancelación de su visa desde la semana pasada, pero que ante la realización del Tianguis Turístico binacional, que tuvo lugar entre Tijuana y San Diego, habría solicitado a representantes de Estados Unidos que la revocación no se hiciera pública durante el evento y que no se informara al consulado mexicano, hasta que se terminara el evento y ella misma haría el anuncio de la cancelación de su visado.
Y es que el primero en ser notificado de que ya no podía ingresar a Estados Unidos fue su esposo Carlos Torres, quién de acuerdo con fuentes del Ejército mexicano es ubicado como el operador financiero y de los negocios en el gobierno estatal, además de que se le señalan presuntos nexos con personajes del crimen organizado.
En medio de lo que claramente ya es una estrategia política y diplomática coordinada desde Washington, que busca presionar y arrinconar al gobierno mexicano y a su partido político, ayer rindió protesta en la Casa Blanca el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ron Johnson, quien estará llegando ya esta semana a ocupar el despacho principal de la sede diplomática, justo en los momentos en que sube la tensión en la relación bilateral.
La presidenta ha pedido, públicamente y a través de la Cancillería, que se le informe de las medidas de cancelación de visas que por lo pronto ya se ejecutaron contra el alcalde de Matamoros, Tamaulipas, y de la gobernadora de Baja California, ambos de extracción morenista, aunque claramente no se ve ninguna intención desde Washington de responder a sus peticiones de información sobre medidas que aquí se consideran “unilaterales” pero que desde el otro lado del Río Bravo justifican como sustentadas en sus leyes.
Y por si le faltara algo a esto que empieza a ser un cóctel explosivo y denota que en la oficina oval se cansaron de esperar a que la presidenta Sheinbaum se sumara a su guerra contra el “narcoterrorismo”, la decisión de Ovidio Guzmán de “cooperar” con el Departamento de Justicia y soltar información sobre las relaciones entre el Cártel de Sinaloa y los políticos y gobernantes mexicanos, es algo que claramente aumentará la tensión y el choque cada vez más claro de posiciones entre la administración Trump y la de Claudia Sheinbaum. ¿Hasta dónde llegará esta tensión y el asedio desde la Casa Blanca contra el gobierno mexicano y la 4T? Hay quienes piensan que podría llegar hasta Palenque... Segunda Serpiente doble. La semana se pone tensa.