Semana negra en la CDMX

"Semana negra en la CDMX", escribe Salvador Garcia Soto en #SerpientesyEscaleras

La que termina fue una semana marcada por el caos, la violencia y el desgobierno en la Ciudad de México. Comenzó con la furia de los maestros de la CNTE que pusieron de cabeza la movilidad de los capitalinos al bloquear, desde el jueves 15 de mayo y hasta ayer viernes, vialidades, casetas y hasta al aeropuerto capitalino al que secuestraron por varias horas, provocando afectaciones graves a la vida de los citadinos y una rabia ciudadana que hace tiempo no se veía contra los bloqueos y plantones que son el pan de cada día en la capital del país.

En medio de la anarquía sembrada por los maestros procedentes de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, y de la ausencia total del gobierno de Clara Brugada que les ha permitido afectar la movilidad de los capitalinos con total impunidad, además de mantener un plantón en el Zócalo que está afectando ya a cientos de comercios y negocios del primer cuadro de la ciudad que denuncian la baja en sus ventas y la ausencia de clientes por el caos magisterial, el miércoles pasado, justo a la mitad de la caótica semana, la violencia de las armas sacudió al país y a la capital con el asesinato de dos colaboradores cercanísimos de la Jefa de Gobierno.

El doble homicidio de Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular y coordinador de asesores de Clara Brugada, no sólo fue ejecutado a plena luz del día, en la céntrica y transitada Calzada de Tlalpan, con total impunidad y con una frialdad y profesionalismo del asesino a sueldo, que fue inevitable adivinar que detrás de esa ejecución hay todo un mensaje para la gobernante capitalina, para la autonombrada 4T y que claramente el móvil esconde una trama que lo conecta con mafias y crimen organizado que tienen algún tipo de trato con la administración capitalina.

La rapidez y la intensidad con la que reaccionaron las autoridades de la CDMX y también el Gobierno federal ante el brutal asesinato de los dos jóvenes funcionarios fue tan evidente que dejó ver la conmoción interna que provocó en las cúpulas y estructuras del régimen gobernante. Desde la reacción improvisada y sorprendida de la presidenta Sheinbaum, que fue captada en plena mañanera con expresiones de azoro cuando su Secretario de Seguridad se apresuró a darle la noticia en público y la hizo ver vulnerable, hasta la conmoción personal que mostraba la Jefa de Gobierno en sus mensajes y declaraciones que la llevaron a terminar haciendo de una tragedia de violencia casi una manifestación política a su favor con gritos de “no estás sola”, que lo mismo lanzaba desde la mañanera la Presidenta, que los simpatizantes de Morena afuera de la funeraria donde velaban los cuerpos de las dos víctimas.

Y mientras las autoridades de la Fiscalía de Justicia de la CDMX apenas atan cabos y siguen pistas y líneas de investigación, de lo que apenas han informado sobre la participación de cuatro personas en el crimen, que el asesino tenía bien estudiadas a sus víctimas y que actuó con total frialdad y profesionalismo y que seguían las pistas de los autores materiales e intelectuales en el Estado de México, a la señora Brugada y a la propia Presidenta les creció otro monstruo que primero auspiciaron y ahora no pueden controlar.

El paro y plantón de la CNTE en el Zócalo capitalino ha provocado el rechazo de los habitantes y comerciantes de la ciudad como hace tiempo no se veía con las movilizaciones de organizaciones sociales. Los cierres de Insurgentes, Reforma, la toma de casetas y los bloqueos en el Centro Histórico, donde mantienen ya por más de una semana su plantón, han desatado expresiones de enojo y hasta de rabia de los habitantes de la CDMX que reprochan no sólo que los maestros dejen las aulas para venir a alterar la vida de la capital, sino también la complacencia o complicidad del gobierno de Brugada y del de Sheinbaum, que a los maestros les permiten hacer lo que les dé la gana sin utilizar la fuerza pública, mientras a otros grupos sociales, como los feministas, las madres buscadoras o los padres de niños con cáncer les mandan a los granaderos, las encapsulan y hasta las reprimen con gases lacrimógenos y vallas metálicas.

¿Por qué a la CNTE sí se le da manga ancha para que tome la ciudad y bloquee hasta por seis horas el aeropuerto internacional, secuestrando incluso a pasajeros nacionales e internacionales que ayer quedaron atrapados en la Terminal Dos por más de tres horas ante la irrupción violenta de los maestros, y a cualquier otro grupo social que se atreva a bloquear mucho menos de lo que ha hecho el magisterio sí le mandan a la fuerza pública?

Se entiende que tanto Brugada como la Presidenta sigan viendo en la CNTE a un grupo "aliado" y que, tal como lo hizo López Obrador en su momento, le ofrezcan diálogo y negociaciones hasta en Palacio Nacional, como no se lo ofrecen a ningún otro grupo de inconformes o manifestantes. Pero si claramente los maestros de la Coordinadora no tienen intención de un diálogo serio y sus demandas son tan absurdas como un "aumento de 100%", además de otras peticiones igual de absurdas y abusivas, ¿por qué el Gobierno federal o el capitalino no les ponen un límite si abiertamente ya dijo la Presidenta que no piensa recibirlos en Palacio como ellos exigen?

Y ahí surgen dos hipótesis que no parecen ser excluyentes y hasta podrían complementarse: la primera que Sheinbaum y Brugada están dejando correr a los maestros de la CNTE para que con su caos y anarquía que afectan a los capitalinos y hasta a los visitantes y viajeros extranjeros, atraigan la atención y los reflectores mediáticos y de opinión pública, para distraer de la violencia narca que se esconde detrás del asesinato de los dos funcionarios capitalinos y de paso también hacer que se deje de cuestionar o de poner atención en la manipulación y el fraude que viene detrás de la elección judicial.

La otra hipótesis es que, al tener compromisos políticos e ideológicos con la CNTE, ni la Jefa de Gobierno ni la Presidenta se atreven a aplicar la ley y meter al orden a los sublevados maestros, mostrando así una debilidad de ambas como gobernantes que no están dispuestas a verse como "represoras" porque en su confusión ideológica confunden el uso de la fuerza pública para imponer el orden y defender los derechos de todos los ciudadanos, incluida una instalación estratégica y de seguridad nacional como es el Aeropuerto de la CDMX, con la represión.

En cualquier caso, la semana que termina ha sido "negra" para la capital del país; al caos y la anarquía del magisterio empoderado y que se sabe impune e intocable, se suma el otro caos, el de la violencia homicida que está creciendo en la capital del país en el gobierno de Brugada -con aumentos tanto en homicidios violentos, como en feminicidios- y a la narcoviolencia que se asoma detrás de la ejecución de los dos colaboradores cercanos de la gobernante capitalina. Si a eso se le añaden los altos niveles de contaminantes y la mala calidad del aire que prevalece en la ciudad, los intensos calores, la percepción es que, con todo y su pujanza, su vida y su dinamismo, la Ciudad de México se está volviendo una ciudad sin ley y sin autoridad… Se baten los dados. Serpiente Doble por la semana negra capitalina.