La celebración del Día de la Candelaria no cayó ante el Covid

En una dinámica totalmente distinta, a puerta cerrada y con un aforo del 15% asegurando el respeto a medidas sanitarias, fue como se llevó a cabo la misa en celebración por el Día de la Candelaria en Villa de Seris.

HERMOSILLO, SON.- En una dinámica totalmente distinta, a puerta cerrada y con un aforo del 15% asegurando el respeto a medidas sanitarias, fue como se llevó a cabo la misa en celebración por el Día de la Candelaria en Villa de Seris.

Como es costumbre, el arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Leal, ofreció la eucaristía por niños, niñas y sus madres, pero en esta ocasión también brindó oración por el fin de la pandemia y por la especial intersección de la Virgen de la Candelaria por la salud de enfermos de Covid 19 y personal de salud.

“Queremos que en esta ocasión aunque no estén presentes (niños, niñas y madres de familia)... queremos que esta bendición llegue a todos los niños y niñas y sus mamás que durante 9 meses los llevaron en su vientre”, dijo, “le pedimos a Dios nuestro señor por intersección de nuestra señora de la Candelaria por nuestros enfermos, especialmente por enfermos de Covid que se encuentran graves, por personal de salud”.

Mientras tanto, por fuera de la Iglesia y respetando sana distancia, sentados en las bancas, en la plaza o de pie, feligreses escucharon mediante el megáfono la misa celebrada en punto de mediodía.

Tal es el caso de Leonora Ruiz León, quien se mostró emotiva y sorprendida de vivir momento histórico en el cual cambió la dinámica de las celebraciones ante la actual pandemia que se vive a nivel mundial.

“En mi caso yo tengo más de veinte años que sin falta veníamos en familia a celebrar, ahora nomás le pedí de favor a mi hijo que me trajera un rato y a lo más importante para mi, la misa”, contó, “es algo que no va cambiar nuestra fe”.

Al término de la eucaristía el grupo de cantoras entonaron las tradicionales “mañanitas” a la cual, por fuera de la parroquia, ciudadanos también se unieron para conmemorar a la virgen.