Crianza con maltrato marca a 7 de cada 10 niños en México

En el Día del Niño, expertos advierten que gran parte de la infancia mexicana vive en entornos de violencia y maltrato.

Aunque México ha avanzado en la atención a la infancia, más del 70% de los niños crecen en hogares con maltrato físico o psicológico, alertó Ernesto Treviño, investigador de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

"Tenemos una herencia cultural que sigue viendo la violencia como una forma válida de crianza", explicó en entrevista. La falta de coordinación entre áreas como salud, educación y servicios sociales fragmenta la atención integral a la infancia.

De acuerdo con Treviño, el impacto del crimen organizado y la exposición a violencia social agrava las condiciones de desarrollo de los menores. "Es una situación tóxica para su salud física y emocional", afirmó.

Además, señaló que la discontinuidad de programas como Progresa o Estancias Infantiles impide formar una política de Estado sólida y sostenida.

Experiencias adversas

Una Encuesta Nacional sobre Experiencias Adversas y Benevolentes en la Infancia, realizada por el Tec de Monterrey y Fundación FEMSA, reveló que:

87.9% de los adultos reportaron haber vivido al menos una experiencia adversa en su niñez.

El estrés tóxico derivado de esas vivencias afecta el desarrollo cerebral, emocional y físico desde etapas tempranas.

Efectos a largo plazo:

Mayor riesgo de hipertensión, obesidad y migrañas.

Problemas de ansiedad, depresión y autorregulación emocional.

Dificultades para formar vínculos seguros y participar en entornos sociales.

La clave está en las experiencias benevolentes

Por el contrario, vivencias positivas como tener un adulto cariñoso, jugar, sentirse seguro en casa y la escuela, fortalecen la resiliencia emocional y reducen el riesgo de enfermedades futuras.

"Romper el ciclo de violencia comienza con acompañamiento afectivo, entornos seguros y políticas públicas sostenidas", señaló Adriana Gidi, del Centro de Primera Infancia del Tec.

¿Qué se necesita?

Políticas públicas centradas en la primera infancia

Comunidades que apoyen a las familias

Escuelas seguras y estimulantes

Profesionales de salud capacitados

Papás y mamás comprometidos con el afecto y el respeto