Irán aprueba cierre de Ormuz y pone en jaque al mercado petrolero

Tras los ataques de EU a instalaciones nucleares iraníes, el parlamento de Irán aprobó el cierre del Estrecho de Ormuz, por donde circula el 20% del petróleo mundial.

El parlamento de Irán aprobó este domingo el cierre del Estrecho de Ormuz, paso marítimo clave para el comercio global de petróleo, como primera respuesta a los recientes ataques de Estados Unidos a sus instalaciones nucleares.

La medida, que aún debe ser ratificada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, encabezado por un designado del Líder Supremo Alí Jamenei, encendió las alertas internacionales ante el riesgo de interrupciones significativas en el suministro energético global.

El Estrecho de Ormuz es una franja marítima de 167 km que conecta el Golfo Pérsico con el Océano Índico, y por donde transitan diariamente alrededor de 20 millones de barriles de petróleo, lo que representa el 20% del consumo global, según la Administración de Información Energética de EE.UU.

Gran parte de este crudo proviene de Irán, Arabia Saudita y Kuwait, y se dirige principalmente a los mercados de China, India, Japón y Corea del Sur. Cada día, decenas de buques con capacidad de hasta 2 millones de barriles cruzan este estrecho vital para la seguridad energética de Asia y del mundo.

Impacto inmediato en los mercados energéticos

La posibilidad del cierre provocó una fuerte reacción en los mercados. El precio del Brent subió 3.2%, alcanzando los 79.50 dólares por barril, mientras que el WTI (referencia estadounidense) aumentó más de 4% al inicio de la jornada asiática del lunes.

Desde que Israel intensificó sus acciones militares contra Irán a inicios de mes, el precio del crudo ha subido 15%, reflejando la creciente incertidumbre geopolítica.

Riesgos y consecuencias económicas

Especialistas consultados por The Wall Street Journal advierten que el cierre de Ormuz alteraría las proyecciones de crecimiento económico mundial, aunque cuestionan la viabilidad de sostenerlo en el tiempo.

“Irán sacrificaría su principal fuente de ingresos energéticos, sufriría consecuencias internas y afectaría su reputación a largo plazo”, señaló Hamidreza Azizi, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales.

Pese a los ataques a infraestructura energética, las exportaciones iraníes han aumentado entre un 30 y 40%, según estimaciones de Rystad Energy, debido a la alta demanda de países como China.

Estados Unidos llama a China a intervenir

El Secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, urgió al gobierno chino a intervenir diplomáticamente:

“Animo a Pekín a llamarles la atención. Si lo hacen, será un suicidio económico para ellos”, declaró, advirtiendo que China es altamente dependiente del crudo que fluye por Ormuz.