Comerciantes del Río Sonora buscan incrementar ventas en Semana Santa

La gente del Río Sonora espera esta época del año para recibir a los turistas y elevar la venta de productos locales.

La gente que habita en los pueblos de la ribera del Río Sonora, tal como Guadalupe de Ures o El Sauz, espera la época de Semana Santa: un momento del año en el que se eleva la venta de productos regionales gracias a la afluencia de turistas. Con el recorte que las tierras han sufrido a causa de la sequía, se trata de uno de los pocos salvoconductos con los que cuenta la población.

"Hemos batallado mucho con la sequía, tenemos un pozo totalmente seco río arriba; toda la cordillera que se riega con la lluvia ahorita está seca. Donde se sembraba ajo, no hay, donde se sembraba alfalfa, no hay. Están tiradas las tierras, no hay comida para las vacas, imagínate cómo andarán", expuso Felipe Álvarez, oriundo de Guadalupe de Ures y agricultor dedicado al ajo, al maíz, a la caña de azúcar, y a la compraventa de productos locales.

En el caso del ajo, uno de los productos más importantes para el agricultor, la sequía lo obligó a reducir la mitad de sus hectáreas: normalmente eran 2.5 o 3, pero este año se logró solo una. En este contexto es que la Semana Santa resulta crucial para obtener ganancias que permitan sortear los próximos meses, hasta que "se dé" la cosecha de caña de azúcar en octubre.

El comercio de productos derivados y de abarrotes representa otra de las actividades económicas que hacen de aliciente para que las familias de la zona se sobrepongan al clima. Mientras que Felipe Álvarez compra dulces como ponteduros para ofrecerlos a los turistas, existen múltiples tiendas que permanecen abiertas en espera de clientes.

Jennifer Martínez atiende una de estas tiendas, se encuentra al interior del poblado de El Sauz, misma que bordea el Río Sonora y cuyas calles permanecen, por lo general, vacías. La escasez de agua en el lugar es común, pero no tan apremiante.

En general, la 'tiendera' describió la situación con la frase "estamos como siempre": es decir, hay acceso de agua potable, pero la de las tuberías es variable durante el día. Por la noche, sin embargo, la norma es que las llaves permanezcan totalmente secas.

En el caso de El Sauz, la actividad durante el periodo vacacional no se relaciona directamente con el turismo que viaja rumbo a la sierra, sino que se concentra, principalmente, alrededor de las fiestas tradicionales y actividades como carreras de caballos. 

No obstante, es un pueblo donde abundan los 'queseros', de modo que la sequía, que redujo drásticamente el alimento del ganado, se convirtió en un problema que golpea de manera cotidiana los bolsillos de sus habitantes.

La esperanza en los pueblos del Río Sonora, así, depende en lo inmediato de la Semana Santa, pero se relaciona directamente con el agua: tanto así que Felipe Álvarez espera con gran expectativa la llegada de la siguiente semana. Será entonces cuando quede terminado un nuevo pozo que promete aliviar temporalmente la sed de la región.