Guaymas apoyó llegada del hombre a la Luna

Jesús Faustino Olmos, cronista de Guaymas, recordó que en 1961 se instaló una estación rastreadora de la NASA en la región como parte del Proyecto Mercurio.

En el marco del aniversario 56 de la llegada del hombre a la Luna, el cronista municipal de Guaymas, Jesús Faustino Olmos, recordó que esta región del sur de Sonora albergó una estación rastreadora de la NASA que participó en las misiones espaciales del programa Apolo, incluido el histórico alunizaje del 20 de julio de 1969.

La instalación fue inaugurada el 26 de junio de 1961 como parte del Proyecto Mercurio, dentro de una comisión mixta México-Estados Unidos para observación del espacio. La base operó durante 10 años y su función principal era monitorear y mantener comunicación en tiempo real con cápsulas en órbita, explicó Olmos en entrevista para Expreso 24/7.

“Fue un proyecto científico clave que permitió a México contribuir al programa espacial de Estados Unidos. Desde Guaymas y Empalme se rastreaban cápsulas, se transmitían datos y se mantenía contacto directo con astronautas”, detalló.

Ubicación estratégica y personal binacional

La ubicación de Guaymas fue elegida por su clima mayormente despejado y su infraestructura de conexión terrestre, marítima y aérea. La estación operaba con más de 100 personas, de las cuales 41 eran mexicanas, mientras que el resto pertenecían a agencias espaciales de Estados Unidos.

El cronista señaló que incluso personal técnico de Hermosillo, a través de empresas como la Eléctrica Newberry, fue contratado para apoyar las tareas administrativas y tecnológicas del proyecto.

“Aquí trabajaban en áreas de radar, telemetría y comunicación oral con los astronautas. Era tecnología de punta para la época”, agregó.

El legado de una base que ya no existe

La estación rastreadora fue desmantelada en 1971, tras concluir su ciclo operativo. Todo el equipo fue retirado y llevado a Estados Unidos, quedando únicamente el edificio y algunos restos de la estructura, que posteriormente pasaron al resguardo de la Universidad de Sonora y después al ejido local.

“Solo quedan muros de concreto y lámina. Las antenas y equipos fueron retirados, pero su legado permanece en la memoria histórica de Guaymas”, subrayó Olmos.

La estación de Guaymas formó parte de una red global de apoyo a la NASA, junto con bases en Florida, Bermudas, Canarias, Australia y Hawái, de las cuales solo una —en Carnarvon, Australia— permanece como museo conmemorativo.