Líder del Cártel de Sinaloa, Lupe Tapia, se declara culpable de narcotráfico

Admitió en una corte federal de Estados Unidos su participación en una red de tráfico de metanfetamina y lavado de dinero.

José Guadalupe Tapia-Quintero, de 54 años y originario de Sinaloa, México, se declaró culpable recientemente en una corte federal de Estados Unidos de graves cargos relacionados con su liderazgo en el Cártel de Sinaloa. El acusado admitió su participación en la conspiración para distribuir Metanfetamina con la intención de importarla a Estados Unidos y conspiración para cometer lavado de dinero por ocultamiento. 

Su sentencia fue programada para el 2 de febrero de 2026.

Tapia-Quintero, según un comunicado de prensa, fue un cabecilla clave dentro de la estructura del Cártel de Sinaloa, activo en sus operaciones desde diciembre de 2006 hasta marzo de 2012. En su declaración de culpabilidad, reconoció explícitamente haber organizado la logística de transporte y distribución de grandes cantidades de metanfetamina destinadas a ser introducidas en el territorio estadounidense, facilitando así la expansión del narcotráfico transfronterizo.

Además de los delitos de narcotráfico, el líder criminal admitió haber gestionado una sofisticada operación de ocultamiento de las ganancias ilícitas de la venta de drogas. Este esquema involucraba el almacenamiento de grandes sumas de dinero en efectivo en "casas de seguridad" ubicadas en Arizona y otros lugares de Estados Unidos, antes de que los fondos fueran repatriados a México. Este componente de lavado de dinero fue crucial para sostener la vasta empresa criminal del cártel.

Funcionarios de Estados Unidos celebraron esta condena como una victoria significativa en la lucha contra los principales líderes de las organizaciones del narcotráfico que operan en México. El Fiscal Federal Timothy Courchaine destacó que “este caso es un gran ejemplo de nuestra asociación con la DEA para atacar, enjuiciar y condenar a los miembros del Cártel de Sinaloa que operan en lo profundo de México”. Por su parte, la Agente Especial a Cargo de la DEA en Phoenix, Cheri Oz, elogió la investigación como una muestra de la “fuerza de nuestras alianzas”.

Los cargos que enfrenta Tapia-Quintero conllevan penas extremadamente severas. La conspiración para el tráfico de drogas, al tratarse de grandes cantidades, podría resultarle en una posible cadena perpetua, o una sentencia de 10 años a cadena perpetua dependiendo de los gramos de metanfetamina pura involucrados. Por su parte, el cargo de lavado de dinero por ocultamiento conlleva una pena máxima de hasta 20 años de prisión. La investigación fue llevada a cabo por la DEA y la acusación está a cargo de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos en Phoenix, lo que subraya la coordinación binacional en la persecución de delitos de alto nivel.