Sacrificio de reses mantiene su ritmo, contrario al ganado porcino
Inegi reportó un crecimiento interanual de 5.59% en el número de cabezas bovinas registradas en Sonora para el primer bimestre de este año.
A pesar de la profunda sequía, la actividad en los rastros municipales de Sonora, destinados para el sacrificio de animales para su consumo en la localidad, muestra buenos resultados en función del ganado bovino tanto en el número de cabezas, como en el tonelaje de carne de canal producido y, principalmente, en el valor en el que se encuentra tasada dicha carne.
Los rastros municipales son monitoreados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, institución que para el primer bimestre de este año reportó un crecimiento interanual de 5.59 por ciento en el número de cabezas bovinas registradas en Sonora; a la par que un alza de 3.86 puntos en el tonelaje de carne obtenida. Con ello, se produjo un aumento del valor de dicha carne de 9.39 por ciento en el mismo periodo.
Si bien las condiciones de escasez de agua limitaron la actividad, que un año antes mostraba crecimientos superiores en el tonelaje de carne y en el valor de la misma, los resultados dan muestra de una adaptación que consiguió acumular un avance de más de 21 puntos en el valor de la carne de canal bovina entre 2023 y 2025.
En el caso de Chihuahua, estado vecino de vocación ganadera y con una situación de sequía que también ha limitado la actividad, las cifras son menos optimistas: el tonelaje de carne de vaca listo para su consumo cayó 4.12 por ciento al corte del primer bimestre, lo que desde 2023 a la fecha se traduce en una disminución de 0.09 por ciento.
Carne porcina
La actividad de los rastros en Sonora, sin embargo, es de otro tono cuando se consideran las cabezas, el tonelaje y el valor de la carne porcina procesada a la luz de la sección VII de la Ley de Gobierno y Administración Municipal del Estado de Sonora, legislación que norma el sacrificio de ganado en la entidad “a fin de obtener carne fresca de calidad sanitaria para el consumo”.
Al respecto, el Inegi dio a conocer que el primer bimestre de este año trajo consigo una caída de 28.6 por ciento de las cabezas porcinas sacrificadas en Sonora conforme a la ley, lo que desde 2023 suma una reducción de 35.17 por ciento.
La carne porcina producida, así, se redujo en 21.67 por ciento de un año a otro, mientras que en los últimos 2 años se constata una reducción de 31.04 por ciento del tonelaje. Las ganancias, según el cálculo sobre el valor de esta carne, cayeron a ritmo de 13.05 por ciento, con lo que se acumula un adelgazamiento de 23.45 por ciento desde 2023.