Claudia, González de Alba y Zedillo

"Claudia, González de Alba y Zedillo", escribe Carlos Marín en #ElAsaltoalaRazón

De lo más suculento en la entrevista de León Krauze a Ernesto Zedillo en Ciberdiálogos de Letras Libres, ayer se ocupó en su Día con día Héctor Aguilar Camín, recuperando lo que para el ex significan la Presidencia y las gestiones de AMLO y Claudia Sheinbaum:

A ella, dijo, “yo le recordaría que la función de un presidente no es ser popular sino servir a la nación, no ser parte de un proyecto de destrucción democrática, que prácticamente se ha logrado…”.

He afirmado aquí que el obradorato está dando un “golpe de Estado técnico”, por lo que celebro esta coincidencia:

“Sí se le puede llamar un golpe de Estado porque se ha quitado un régimen democrático y se está instaurando una tiranía…”.

De la misma envidiable entrevista rescato que dijo también:

“Los políticos demagogos y populistas” culpan “de todos los males a los otros” y “etiquetan con etiquetas ideológicas, vacías, insignificantes y hasta bobas” a esos otros “y tratan de dividir a la gente…”.

Krauze le planteó:

-Un artículo en New Yorker identifica a la presidenta Sheinbaum como heredera del movimiento del 68 y de ese impulso de libertad democrática. Usted participó en el movimiento, hay inclusive fotografías suyas siendo agredido por granaderos. ¿Ve usted en este proyecto de gobierno la vocación de libertad del 68?

“De ninguna manera, de ninguna manera. Eso es una falsedad. Yo acudiría al dirigente que más respeté y admiré toda mi vida: Luis González de Alba (…) acerca de Andrés Manuel López Obrador, acerca de su carrera política, acerca de su movimiento y acerca de quienes lo han acompañado. Lo digo no solamente por convicción, porque admiré profundamente y sufrí mucho enterarme de la partida de Luis González de Alba: invito a quienes estén interesados en esto a que conozcan sus opiniones que publicaba en artículos, y casi me parece ofensivo que se considere que estas personas son herederas del movimiento del 68. A lo mejor había sectores, yo tenía amigos de militancia, digamos, radical, pero en el movimiento básicamente se reclamaba libertad, y la verdad es que cuando uno lee el pliego petitorio del 68 uno no entiende la necedad y el autoritarismo del gobierno de no aceptar tener un diálogo con los estudiantes y resolver los asuntos que ahora parecen casi inocentes que planteamos los estudiantes después de las primeras golpizas que nos dieron (…). Y sí, los que éramos, digamos, liberales (…), veíamos con extrañeza cuando los compañeros decían ‘no queremos olimpiadas, queremos revolución’. Yo les decía bueno, miren, a lo mejor no queremos olimpiadas, pero los mexicanos ya tuvimos revolución y lo que tenemos que hacer es enderezar esa revolución, porque las revoluciones a veces son inevitables, pero también a veces no funcionan y dejan mucha destrucción. Yo rechazaría totalmente que estas personas sean herederas. Andrés Manuel López Obrador es heredero del viejo PRI, ahí se formó, ahí se crió, ahí aprendió todas sus mañas. Simplemente véase eso, pero lean a Luis González de Alba, por favor…”.

Carlos Marín

cmarin@milenio.com