Zambada, el primero
"Zambada, el primero", escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrivado
Si la minoría silenciosa no se expresa, no es ni eso, minoría.
Florestán
Nunca habíamos presenciado una declaración de prensa como ayer en la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, tras la audiencia ante el juez Brian Cogan, de esa misma demarcación, en la que Ismael “Mayo” Zambada, se declaró culpable de conspiración para extorsión, dirigir una organización del crimen organizado y haber introducido a Estados Unidos a lo largo de 44 años 1.5 millones de kilos de cocaína, además de mariguana, con lo que inició su carrera en ese submundo de la que pasó, dijo la fiscal Pam Bondi, a la cocaína, las anfetaminas y el letal fentanilo.
Y digo que no hay antecedentes, porque además de la fiscal, participaron el director de FBI, Kash Patel; del ICE, Todd M. Lyons; el vicefiscal federal, Matthew Galeotti, los fiscales del señalado Distrito Este de Nueva York, del Sur de California y Oeste de Texas, además del personaje central, Terry Cole, actual administrador de la DEA y exdirector de esa agencia para Canadá, Centroamérica y México con base en la embajada del Paseo de la Reforma, hasta su retiro en 2020 y en medio de un enfrentamiento con el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cole es el funcionario que más sabe del crimen organizado mexicano que combatió durante años, el mismo que estructuró el caso García Luna, secretario de Seguridad en el gobierno de Felipe Calderón (2006-12) que llevó a su detención el 9 de diciembre de 2019, en Dallas, Texas, acusado de relaciones con el Cártel de Sinaloa.
La escena de ayer y las declaraciones de cada uno de los funcionarios de quien hasta el 25 de julio de 2024 era el delincuente más buscado del mundo, tras las muertes de Pablo Escobar, Osama Bin Laden y la detención de Joaquín “Chapo” Guzmán, calibra el nivel del golpe y revela hasta dónde está dispuesto a llegar el gobierno de Donald Trump.
Y en medio de todo apuntar que tanto la fiscal Bondi, como el jefe de la DEA Cole, destacaron la colaboración del Gobierno mexicano en el combate al crimen organizado. Y que van por más.
RETALES
1.- NOMBRES. Aunque el abogado de Zambada dijo que el delincuente no daría información, el emplazamiento del juez Cogan de que “me tiene que convencer que es culpable”, es la vía por la que el criminal dará toda la información de la complicidad de políticos, policías y empresarios;
2.- PALENQUE. En aquella finca de Chiapas debe haber preocupación por el rol central de Cole, con quien López Obrador chocó porque este negaba que en México se produjera fentanilo, lo que aquel documentó e insistió y ayer lo reiteró Bondi; y
3.- RELEVO. Noroña vuelve a su escaño al dejar el cargo que nunca debió ocupar, pero fue el arreglo con AMLO y llegará, todo indica, Laura Itzel Castillo, hija de Heberto, mientras en San Lázaro, la panista Kenia López Rabadán encabezará esa mesa.
Nos vemos mañana, pero en privado.