La estridente guadaña de Trump silencia la Voz de América
"La estridente guadaña de Trump silencia la Voz de América", escribe Irene Selser en #Entrevías
Tras 83 años de existencia, cumplidos el pasado 1 de febrero, la Voz de América, más conocida como VOA, el primer servicio público de onda corta y el más grande de la radiodifusión nacional de Estados Unidos, silenció sus micrófonos. Ocho largas décadas desde su primera emisión el 1 de febrero de 1942, durante las cuales la radio contribuyó a erigir y derrocar gobiernos en distintas latitudes según los intereses de Washington.
El viernes 14 de marzo, la guadaña de Donald Trump y su plan de recortar hasta dos millones de empleos federales, alcanzaron a la histórica radio y sus filiales, agrupadas en la Agencia Estadounidense para los Medios Globales (Usagm). Mediante una orden ejecutiva, Trump dispuso la drástica reducción de la Usagm que comprende, además de la VOA, a Radio Free Europe (Radio Europa Libre), destinada al centro y este de Europa; Radio Free Asia, enfocada en el este asiático y Radio Martí Noticias, que desde 1985 transmitía noticias en español a Cuba, incluyendo TV Martí.
Como ha sucedido en otras dependencias, los empleados de la Usagm fueron informados vía correo electrónico del cierre de actividades quedando bajo “licencia administrativa”, una modalidad que les permitiría, al menos a algunos, seguir cobrando el sueldo hasta septiembre.
Michael Abramowitz, director de la VOA, lamentó el cierre de la radio y el cese de mil 300 periodistas y miembros del personal, pese a contar la estación con una audiencia de 360 millones de personas en medio centenar de idiomas. Abramowitz, quien al momento de ser nombrado presidente de la VOA en abril de 2024 dirigía el centro de investigación Freedom House, financiado en un 80% por la Usaid y el Departamento de Estado, recordó que, desde la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, la radio jugó “un papel esencial en la lucha contra el comunismo, el fascismo y la opresión”, en especial para audiencias “bajo regímenes autoritarios”. Esto en respuesta a las declaraciones de Trump, que el viernes acusó a la VOA de ser “anti Trump”.
En igual sentido reaccionó la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), creada en 1943, comprometida con la libertad de prensa, los derechos de los periodistas y la promoción de la información. El presidente de la SIP, José Dutriz, rechazó el lunes en forma tajante los recortes que no sólo afectan a los periodistas, dijo, sino a millones de ciudadanos que dependen de estos servicios para acceder a informaciones que sus gobiernos quieren ocultar.
A su vez, a nombre de más de mil 300 propietarios, editores y directores de diarios, periódicos y agencias informativas de América, Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, declaró que “es alarmante ver cómo una democracia consolidada como la de Estados Unidos decide restringir a una agencia de medios que brinda información independiente y plural en países con regímenes autocráticos”.
La VOA nació para contrarrestar la propaganda nazi y japonesa. Como recuerda la BBC de Londres, su primera emisión fue realizada en un transmisor prestado a Estados Unidos por la cadena británica. A partir de 1947, la VOA se convirtió principalmente en un instrumento de propaganda anticomunista e incluía programas culturales y musicales, según sus audiencias.
La orden ejecutiva de Trump se suma a otras acciones adoptadas en perjuicio de la prensa, como las restricciones a periodistas de la veterana agencia Associated Press (AP), la primera en el mundo, creada en Nueva York en 1846, para cubrir eventos en la Casa Blanca en represalia por negarse a renombrar en sus despachos informativos el Golfo de México como “Golfo de América”, según el capricho de Trump. Para la SIP, esto supone un “acto de censura e intimidación que vulnera la libertad de prensa consagrada en la Constitución de Estados Unidos”.
El exilio cubano -que acaba de enterarse de que Cuba está en la lista de los 43 países cuyos ciudadanos podrían enfrentar restricciones para entrar a Estados Unidos- también reprobó el cierre y urgió a Trump a “fortalecer”, en lugar de desmantelar a Radio y Televisión Martí. Según la Asamblea de la Resistencia Cubana, que integra a 53 grupos, la medida afectará la lucha por “la libertad y la democratización de Cuba (que) no sólo es del interés y beneficio de los cubanos sino de Estados Unidos también”.
Desde su primer mandato, Trump criticó a la VOA así como a las cadenas CNN y Msnbc por ser supuestamente “parciales” en su contra, mientras que su principal asesor, el multimillonario sudafricano Elon Musk, que supervisa los recortes federales, las llamó “íconos de la izquierda radical que hablan para ellas mismas mientras queman mil millones al año del dinero de los contribuyentes estadounidenses”.
Para el Club Nacional de Prensa, uno de los principales representantes de los periodistas estadounidenses, el desmantelamiento de la VOA y resto de medios “socava el antiguo compromiso de Estados Unidos con una prensa libre e independiente”. Según el Club, “si toda una sala de noticias puede ser apartada de la noche a la mañana, ¿qué dice eso sobre el estado de la libertad de prensa? Toda una institución está siendo desmantelada pieza por pieza. No se trata sólo de una decisión de personal, sino de un cambio fundamental que pone en peligro el futuro del periodismo independiente”.
Un futuro tan incierto como el de la propia sociedad estadounidense y el resto del planeta, a merced de las huracanadas decisiones del presidente Trump, que han colocado abruptamente al mundo en un camino recesivo, de crecimiento más lento y mayor inflación, “que podría empeorar notablemente si las tensiones aumentan”, anticiparon los líderes de la OCDE reunidos el martes en París.