¿Y dónde está Adán Augusto?
"¿Y dónde está Adán Augusto?", escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras.
El que fuera hasta hace apenas unas semanas el poderoso Secretario de Gobernación, "hermano" del Presidente y operador de confianza de los temas políticos y hasta empresariales en este gobierno, hoy está desaparecido de la escena política. El cuarto lugar al que lo mandaron en las encuestas del proceso interno de Morena, a pesar de todo el despliegue político y económico que realizó en su campaña, fueron sin duda un duro revés para Adán Augusto López, quien aspiraba a mucho más.
Pero no fue el único maltrato que sufrió el político tabasqueño. En la Segob, dependencia donde mandó durante los últimos dos años, la nueva secretaria Luisa María Alcalde se ha encargado de borrar todo vestigio de la presencia del grupo tabasqueño de Adán Augusto. Apenas tomó posesión del cargo, el pasado 19 de junio, la señora Alcalde comenzó a despedir, uno a uno, a todos los colaboradores que habían llegado al edificio de Bucareli con su antecesor, lo mismo de las posiciones de confianza, que de mandos medios y hasta posiciones de menor rango.
En total unas 120 personas fueron obligadas a presentar su renuncia por instrucciones de la nueva secretaria, que literalmente hizo una "limpia" de todos los que llegaron procedentes del trópico para acompañar a su antecesor. Un ex alto funcionario de la Segob, que fue parte de los despedidos, aseguró a esta columna que para identificar a todos y cada uno de los adanistas, los allegados de la secretaria Alcalde cooptaron a uno de los tabasqueños que ocupaba un cargo de mando medio y le pidieron que les diera nombres y posiciones de todos sus paisanos que estaban en la estructura de la dependencia, a cambio le ofrecieron que él conservaría su empleo. El susodicho colaboró brindando toda la información de sus coterráneos a los que se les fue pidiendo la renuncia y al final, cuando el trabajo sucio estuvo hecho, también despidieron de la Segob al oficioso colaborador.
La hostilidad de Luisa María Alcalde no fue algo nuevo para Adán Augusto y su equipo, si bien tampoco les gustó que el Presidente permitiera el maltrato. Prácticamente desde que fue anunciada como la nueva titular de Gobernación, con un mensaje del vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas, quedó muy claro que la sucesora en el despacho de Bucareli llegaba con la espada desenvainada para cuestionar el trabajo de su antecesor. "Felicito a mi amiga y compañera por su nuevo nombramiento. El relevo generacional que necesita el país sigue fortaleciéndose y abriendo un camino de esperanza. Antes en Bucareli encabezaban los más autoritarios y corruptos; hoy se escribe una nueva etapa", comentó Ramírez Cuevas, que nunca precisó si su "antes" incluía a los dos extitulares de Segob en este gobierno: Olga Sánchez Cordero y Adán Augusto López.
Pero en ese momento el extitular de Bucareli tenía la mira puesta muy arriba y pasó por alto los maltratos a sus excolaboradores en Gobernación. En su aspiración de convertirse en el candidato presidencial de Morena, Adán recorrió dos veces completas el país y sus eventos llenos de personas en todas las ciudades y municipios importantes, confirmaron que traía estructura y recursos económicos, además del apoyo de varios gobernadores que se la jugaron con él. En su equipo de campaña había un marcado optimismo de que su candidato "daría la sorpresa" y que en la enconada disputa entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, él iba a ser la opción de la unidad y un "tercero en discordia".
La sorpresa terminó siendo ver al influyente y poderoso secretario ser superado en los sondeos morenistas por el diputado Gerardo Fernández Noroña, que con recursos infinitamente menores a los suyos lo terminó rebasando. Los yerros de sus asesores de campaña y el entusiasmo que había caracterizado su proselitismo por todo el país se transformaron en una expresión dura, de molestia, con la que Adán Augusto salió al escenario montado en el World Trade Center aquella tarde del pasado 7 de septiembre.
Y aunque su lealtad al Presidente pudo más y terminó levantándole la mano a Claudia Sheinbaum y reconociéndola como la nueva coordinadora de la 4T, desde ese día no volvió a hacer declaraciones y sólo se le vio en dos ocasiones reunido con Sheinbaum, la primera, el 9 de septiembre en un hotel de la Alameda Central, donde estuvo presente todo su equipo cercano que dialogó a puerta cerrada con la doctora y el 12 de septiembre cuando la exjefa de Gobierno publicó una foto con él y con Ricardo Monreal, anunciando el nombramiento de Adán Augusto como "coordinador político" de su campaña.
Desde ese momento no se le ha visto en actos públicos ni partidistas y, aunque no hay aún nada oficial, se sabe que le ofrecieron ir al Senado de la República en la lista de Morena y convertirse en el coordinador de la próxima bancada oficialista en 2024. Sobre su ausencia de la escena pública, allegados al político tabasqueño nos confirman que se tomó unas vacaciones largas con su familia y lo último que supieron es que se encontraba visitando algunos países asiáticos con su esposa e hijos, de donde regresará en los próximos días para incorporarse de lleno a las campañas morenistas.
Adán Augusto, cuyo padre notario y abogado Payambé López ayudó y apoyó en el pasado en Tabasco a López Obrador en situaciones difíciles que lo llevaron incluso a vivir con la familia López Hernández, siempre se ufanó de ser "el más leal y el que mejor conoce al Presidente" y cuando renunció a su cargo lo hizo con una carta llena de expresiones de lealtad, junto con recuerdos de sus padres y hasta una cita poética del poeta tabasqueño Carlos Pellicer, cuyas palabras utilizó para decirle al Presidente que él era "un ayudante de campo del sol". Aquella carta precedió a una reunión de varias horas la noche previa a su renuncia, en la que conversó en privado con el Presidente antes de despedirse. Y siempre dijo Adán, en tono bíblico, que "los tiempos del Señor son perfectos", aunque al final ni los tiempos ni el favor del "Señor" fueron para él... Los dados cierran con Escalera Doble. Al final mejoró la semana.