Papa Francisco reaparece en Sábado de Gloria

El Papa Francisco reapareció públicamente este Sábado de Gloria en la Basílica de San Pedro, asistido por su equipo médico.

El Papa Francisco reapareció este sábado en la Basílica de San Pedro para participar en la misa del Sábado de Gloria, sorprendiendo a los fieles y turistas presentes.

El Pontífice, de 88 años, fue conducido en silla de ruedas por su enfermero personal y uno de sus secretarios, en una ceremonia en la que inicialmente no se había confirmado su asistencia.

Su presencia se produce en medio de un proceso de recuperación tras una grave neumonía que ha limitado sus actividades públicas en las últimas semanas, justo en vísperas de la Pascua, la celebración más significativa del calendario cristiano.

JD Vance se reúne con alto funcionario del Vaticano

En paralelo, el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, visitó el Vaticano este sábado y sostuvo una audiencia con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede. La reunión se centró en temas diplomáticos y de interés común, aunque no se divulgaron detalles específicos del encuentro.

Vance, de 40 años, católico converso y defensor de posiciones conservadoras, no fue visto públicamente con el Papa Francisco, aunque persiste la posibilidad de un encuentro el domingo durante la misa de Pascua en la Plaza de San Pedro. El Vaticano no ha emitido confirmación oficial al respecto.

Diferencias ideológicas marcan el contexto

La eventual reunión entre Vance y el Papa se daría en medio de marcadas diferencias ideológicas. Francisco, jesuita argentino e hijo de inmigrantes italianos, ha impulsado una Iglesia más abierta, con énfasis en la justicia social, los derechos de los migrantes y la protección de los más vulnerables.

En contraste, JD Vance, político republicano y de origen obrero, se convirtió al catolicismo a los 35 años, y ha promovido posturas alineadas con el conservadurismo social y económico en su país.

La misa de Pascua en la Plaza de San Pedro, programada para el domingo 20 de abril, podría marcar un punto de encuentro simbólico entre ambas figuras, en un momento clave para el diálogo entre la Santa Sede y el gobierno estadounidense.