La elección judicial se partidiza

"La elección judicial se partidiza", escribe Salvador García Soto en #SerpientesyEscaleras

Ante el desaire ciudadano por los próximos comicios judiciales, que no logran convencer ni entusiasmar a los votantes, el partido Morena ha puesto en marcha un auténtico ejército de "promoción del voto" que con el pretexto de informar a los ciudadanos de la importancia de que salgan a elegir a sus jueces el próximo 1 de junio, ha comenzado a partidizar abiertamente estos comicios, que según la reforma constitucional y la ley electoral, está prohibido para los partidos políticos y sus militantes el intervenir en el proceso comicial.

Pero como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, con su mayoría sometida de tres integrantes, se apresuró a atender la queja pública de la presidenta Claudia Sheinbaum y de otros líderes de Morena que impugnaron la prohibición que ellos mismos establecieron en su reforma judicial para que los funcionarios y servidores públicos, incluidos gobernantes, no pudieran hacer ningún tipo de promoción o proselitismo de estos comicios, el fallo de los magistrados electorales, que para variar atendieron el criterio del oficialismo, abrió la puerta a que las estructuras políticas del partido gobernante empezaran a movilizarse y a movilizar a sus estructuras clientelares de los programas sociales.

Justo ayer, periodistas de El Universal como Otilia Carbajal, documentaron cómo, tras el permiso concedido por el Tribunal Electoral, que puso "muy feliz" a la Presidenta, legisladores federales de Morena iniciaron —o al menos ya la hicieron pública— una estrategia a nivel nacional para "promover el voto" en la elección judicial en al menos 18 estados de la República en donde los morenistas se apoyan con sindicatos, universidades y organizaciones sociales y campesinas, entre otras, para tratar de llevar electores a las urnas.

Con la organización "Construyendo Justicia", que lidera el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, se planea también pintar bardas y difundir spots en tiempos oficiales para invitar a la población a que salga a votar el 1 de junio en este ejercicio inédito para elegir a jueces, magistrados y ministros de la Corte. En la página de esa organización, según documentó la reportera de El Universal, se publican mensajes alusivos a la importancia de votar en estos comicios y se toman frases de la presidenta Sheinbaum como la que dice que "la reforma al Poder Judicial es la lucha del pueblo de México contra la corrupción".

Así que, por si quedaba alguna duda de que este ejercicio histórico y que promueve por primera vez la vía democrática para elegir a los integrantes del nuevo Poder Judicial que surgirá de estos comicios, nació torcido y partidizado, por ser producto de un capricho y una exigencia del expresidente López Obrador que se legisló con prisas, errores y enmiendas legislativas, ahora los morenistas, autorizados por el Tribunal Electoral y su mayoría servil, se meterán con todo y sus ejércitos a "promover el voto", tal y como lo hacen en las elecciones federales y locales en las que su maquinaria política y electoral termina influyendo en los resultados.

Y no es que sorprenda que el partido gobernante y la propia Presidenta entren al rescate de un ejercicio democrático que no ha logrado penetrar ni entusiasmar a los electores, que primero no se informan y en muchos casos ni siquiera se han enterado de que habrá elecciones, como lo revelaron encuestas de medios como El Financiero y El Heraldo de México, que registraron que 56% no sabe de la elección judicial, 61% no sabe la fecha de la votación y 77% ni siquiera sabe quiénes integran la Corte.

Era más que previsible y se sabía que este ejercicio, por el que los mexicanos pagaremos de nuestros impuestos más de seis mil millones de pesos, terminaría siendo un ejercicio partidizado y colonizado por el partido gobernante, que fue el único que impulsó y aprobó esa reforma cuestionada y criticada dentro y fuera del país. La oposición, que de por sí no cuenta mucho ya en las elecciones, se hizo a un lado y, a querer o no, le dejó el campo libre a Morena y a sus gobernantes para que se metan a sus anchas a manejar, orientar y manipular el resultado de estos comicios.

Hoy no quedan dudas de que las nuevas posiciones y cargos del Poder Judicial se definirán, en la práctica, por el acarreo de votantes y la movilización de estructuras políticas y sociales que serán llevadas a votar con consigna por candidatos y números específicos; como tampoco las hay de que el dinero está corriendo también en estos comicios y rebasa con mucho los absurdos e irreales topes de campaña que fijó el INE. Y como los dos órganos colegiados electorales federales, tanto el Instituto como el Tribunal hoy ya son controlados y manejados por mayorías afines al régimen, pues difícilmente habrá sanciones graves y se terminarán validando los resultados y listas que más convengan al movimiento político gobernante.

La única duda que persiste y que no se despejará hasta que el nuevo Poder Judicial empiece a funcionar en la realidad, algo que ocurrirá hasta septiembre de este año, es qué tipo de sistema judicial resultará de este ejercicio tan bizarro y manipulado aunque constitucional. ¿Se colarán algunos jueces o magistrados indeseables a los que ya se les han comprobado ligas con el narco o antecedentes cuestionables en sus ejercicios como juzgadores? ¿Los nuevos jueces, magistrados y ministros llegarán con conocimiento pleno de sus funciones o tendrán que aprender y los mexicanos, de por sí abandonados por la justicia, pagaremos por la curva de aprendizaje?

Pero la duda que más preocupa y alarma es si lo que resulte de estas elecciones ya politizadas y partidizadas por los mismos que aprobaron que no podían intervenir los partidos políticos, será una justicia imparcial, apartidista y, sobre todo, que otorgue certeza jurídica a todos los actos legales que se ejecutan diariamente en México y particularmente a los que tienen que ver con dos cosas fundamentales que podrían hacer del resultado un desastre si no funcionan como lo manda la Constitución: los derechos fundamentales de los mexicanos y la certeza jurídica para las inversiones nacionales y extranjeras de las que depende el empleo, el crecimiento y el desarrollo del país. ¿Qué piensan los amables lectoras y lectores?... Los dados se guardan en el cajón por unos días. Y volverán a girar el próximo lunes 21 de abril. Mientras tanto les desean a todos los amables lectoras y lectores un buen descanso y unas Pascuas felices.